Editorial: ERRATA#13: DERECHOS HUMANOS Y MEMORIA
La primera temática que Errata# abordó en 2009, como proyecto naciente de reflexión crítica desde el campo de las artes contemporáneas, planteaba como eje del número 0 de la revista la pregunta por el Lugar del arte en lo político. En el 2014 hemos querido en cierto modo revisitar este extenso tema, enfocándolo en el acti-vismo y la construcción de memoria frente a las violaciones de derechos humanos y los procesos represivos que han azotado la región.
El número que presentamos en esta 13a edición de la revista propone analizar las prácticas y proyectos artísticos contemporáneos que generan espacios de discusión y relatos de memoria en torno a situaciones de violencia y represión en diversos con-textos latinoamericanos durante las últimas décadas, y convocar reflexiones recien-tes que enlazan justicia, memoria e historia con la creación simbólica y el activismo.
Esta edición recoge entonces perspectivas e iniciativas de resistencia, denuncia y simbolización que trabajan la memoria en el contexto posrepresión o posdictadura. Por una parte, con la participación del curador chileno Ramón Castillo, como editor invitado, se abre una primera sección dedicada a los procesos de desclasificación de archivos y la denuncia de las agresiones, desapariciones y censuras de que fue víctima el pueblo chileno en la década de 1970, bajo el régimen de Augusto Pinochet. Desde su lectura del proceso histórico de Chile y los diferentes momentos de las políticas de Estado frente a la libertad de opinión y de acción política, Castillo reflexiona sobre el desarrollo reciente de políticas de esclarecimiento, información, reparación y visibilidad de los crímenes, y presenta una serie de iniciativas desde el arte que asumen prácticas de memoria y restitución de la dignidad de las víctimas.
A su vez, Castillo ha convocado al investigador Cristián Gómez-Moya para presentar su abordaje sobre la reactivación de los archivos desclasificados en los últimos años por el gobierno estadounidense sobre esa dictadura, y la reapropiación de la ciuda-danía sobre esa verdad, a un tiempo velada y expuesta, de los crímenes perpetrados hace más de treinta años. En tercer lugar, este apartado internacional aborda las estrategias de duelo y resistencia del pueblo peruano frente a los abusos de poder y las violaciones de derechos del gobierno de Alberto Fujimori. Es la lectura que el académico Víctor Vich hace de diversas estrategias poéticas, de comunidad y acti-vismo lideradas por artistas peruanos frente a la esterilización forzada, la desapari-ción y el genocidio de comunidades indígenas, aún hoy en impunidad.
Para el capítulo colombiano hemos invitado al historiador Paolo Vignolo quien, desde su extensa investigación sobre patrimonio simbólico y representaciones contemporáneas de la memoria histórica y la reactualización mitológica, presenta una reflexión sobre el complejo contexto de trasgresiones de derechos humanos en el país a través de la lente que le brinda Anatomía de la violencia en Colombia, trilogía de videoperformance de Mapa Teatro. Recogiendo el debate político y las polarizaciones sociales que conlleva, pero también la dimensión simbólica y cultural resultante de las prácticasde ilegalidad de la bonanza cocalera de los años ochenta, Vignolo aborda la memoria desde las contradicciones del discurso y la alteración de los órdenes de realidad y de ética a manos de dinámicas de poder visibles e invisibles. Su texto procede desde una lectura de la fiesta y el performance como espacios de actualización de tensio-nes que abordan la corrupción, los imaginarios culturales de género y las polaridades de clase, el duelo y el trauma. En ese tiempo y espacio trastocados, las diferencias que emergen ponen en cuestión justamente la posibilidad de una verdad única, pero también realzan la capacidad de las artes para aproximarse a esa realidad compleja y violenta, siempre irresuelta.
Su artículo y los de las dos investigadoras nacionales que convoca, Myriam Jimeno y María Victoria Uribe, presentan perspectivas de prácticas simbólicas, comunitarias y performáticas de memoria en torno a un conflicto armado interno que suma al menos cinco décadas. En esta sección, la pregunta que guía varios de los textos es de qué manera dichas prácticas contribuyen a la elaboración colectiva del trauma, y pueden plantearse o no la tarea de dar cuenta del horror.
Myriam Jimeno, antropóloga dedicada al estudio de los procesos culturales que inciden en la recomposición subjetiva y de grupo de víctimas de violencia política, presenta con Daniel Varela y Ángela Milena Castillo un artículo que recoge el caso de la comunidad indígena Naya en el Cauca (suroccidente de Colombia), que en 2001 sufrió una masacre a manos de un grupo paramilitar. El texto analiza el papel de la adscripción étnica india en el proceso de recomposición simbólica y su relación con los movimientos sociales. María Victoria Uribe, investigadora en Área de Memoria Histórica para la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación, busca analizar algunas de las respuestas que desde la estética se formulan para dar cuenta de lo innombrable, representar la ausencia, resig-nificar el lugar, visibilizar lo negado y crear nuevos ritos que confronten la indiferencia. Para ello, Uribe analiza las obras de tres nombres claves del arte colombiano contem-poráneo: Doris Salcedo, Clemencia Echeverri y Juan Manuel Echavarría, y las lecturas indirectas y punzantes que ellos brindan de diversos sucesos.
En esta misma dirección, presentamos la conversación desarrollada por los argenti-nos Fernanda Carvajal y Pío Longo con el director teatral Guillermo Calderón, sobre Villa+Discurso, obra en torno a Londres 38 (excentro de exterminio y tortura enSantiago de Chile). La entrevista aborda la puesta en escena del complejo reto de las comunidades contemporáneas al decidir el destino de los lugares marcados por pro-cesos violentos: la disyuntiva entre mantener y diseminar la memoria de los hechos (la consigna de negarse a olvidar el horror), o bien repensar los lugares en un horizonte de futuro que propicie nuevas dinámicas (hacer de la memoria de los desaparecidos una potencia que activa caminos de desarrollo a los derechos e ideales que ellos mis-mos defendieron).
Nos encontramos frente a institucionalidades que se proponen, con mayor o menor vehemencia en los últimos años en Iberoamérica, cumplirles a las víctimas y sus fami-liares con el esclarecimiento de la verdad, la aplicación de justicia, la reparación, la adecuada simbolización de la memoria y el restablecimiento de la dignidad. Muchas políticas estatales han iniciado un proceso de asumir su responsabilidad en los pasa-dos crímenes; aparejados con las llamadas comisiones de la verdad, surgen una serie de programas para víctimas, y hay un auge general de propuestas de espacios y luga-res memoriales a los que las prácticas artísticas contemporáneas son convocadas. La investigadora argentina Ana Longoni nos presenta en la sección A:fuera una reseña de algunos de ellos bajo su mirada reflexiva de los debates que los atraviesan; debates que retoman la pregunta por la capacidad de los monumentos tradicionales y de otros formatos del memorial para representar el dolor, visibilizar las víctimas y promover la reconciliación.
En la sección A:dentro, por su parte, incluimos la mirada crítica del politólogo Darío Villamizar sobre el Informe ¡Basta ya! y el documental No hubo tiempo para la tris-teza, producidos en 2013 por el Centro Nacional de Memoria Histórica en Colombia.
Su reseña de ambos se desarrolla a la luz de un recorrido histórico por los principa-les ejercicios de narrar el conflicto armado interno y dar cuenta de sus estragos en términos de derechos humanos, ejercicio que pone de relieve los alcances y limitantes de ambos documentos.
Los cruces entre arte y política gestados en las situaciones de violencia y represión en el contexto latinoamericano se reflejan en el Dossier en un conjunto representa-tivo de proyectos donde la memoria y la reivindicación de derecho son protagonistas: desde la intervención de la memoria personal en la fotografía de familiares desapare-cidos de Lucila Quieto (Argentina); pasando por el trabajo comunitario y de activismo performático que desarrolla el Teatro del Oprimido por décadas en Brasil (presen-tado por una de las herederas del trabajo de Augusto Boal, Bárbara Santos); las iniciativas de activismo frente a abusos de poder del PRI de La Curtiduría de Oaxaca (que presenta la mexicana Mónica Castillo); la reseña de una de las obras emblemáti-cas del genocidio en Chile, Lonquén 10 años, de Gonzalo Díaz (por Mario Navarro); las prácticas de activismo contra la esterilización forzada de indígenas impulsadas por Alfombra Roja en el Perú; el proceso llevado a cabo en Guatemala de memorial sobre las masacres y desplazamientos de la comunidad maya-ixil y el juicio al golpista Ríos Montt (por Julio Solórzano Foppa); el trabajo de Juan Fernando Herrán en torno a las prácticas simbólicas y de memoria que rodean al sicariato en Antioquia (Colombia); el de Clemencia Echeverri en torno a la violencia y las víctimas y victimarios del conflicto colombiano, y una puesta en contexto del trabajo filmográfico desarrollado por Jorge Silva y Marta Rodríguez en Colombia desde la década de 1970.
Para el Inserto de este número hemos invitado a Oscar Muñoz, artista que se ha ocu-pado como pocos de trabajar desde diferentes soportes y procesos investigativos las memorias fragmentadas y cotidianas, y los límites de la fijación de la identidad y del relato. Muñoz aporta a la serie de insertos coleccionables de ERRATA# su tra-bajo Palimsestos (2014), una pieza que evoca la fragilidad de la memoria escrita y el discurso, reconociéndole a la materia su inestabilidad, y a la imagen su irremediable precariedad como soporte del recuerdo.
Finalmente, incluimos una reseña del libro que Jean Franco, especialista en literatura y cultura latinoamericana, dedica a la violenta modernidad de la región y sus paradojas, Cruel Modernity: una lectura crítica de los fenómenos sociales y políticos latinoame-ricanos que se detiene sobre la agresión a la mujer y a la infancia desde los diversos contextos donde se las victimiza y explota. Así mismo, en Publicados se incluye una reseña de 108 Cuchillo de palo, documental de la directora paraguaya Renate Costa, dedicado a la situación de marginación y persecución a la que se vieron sometidas las sexualidades disidentes de la norma hétero los denominados «108» , bajo el régimen autoritario de Alfredo Stroessner, entre 1954 y 1989 en el Paraguay.