PRÁCTICAS ARTÍSTICAS POSTPORNO: DISIDENCIA SEXUAL EN EL ESTADO ESPAÑOL1
Apuntes para luchar contra las políticas restrictivas del espacio público, a través de prácticas postpornográficas y posibles estrategias de contagio por medio de herramientas performativas
Es el momento de hablar en primera persona, de no esperar que otrxs hablen por nosotrxs, de legitimar nuestro discurso como artivistas transfeministas y postporno. Llevamos años contestando preguntas ajenas, convirtiéndonos en sujetos de estudio por parte de investigadores, teóricos, académicos, estudiantes de antropología, gestores de arte y cultura. ¿Por qué en algunos casos no se nos legitima o en otros no nos sentimos legitimadxs para generar discurso teórico? O, para decirlo con otras palabras: ¿por qué el discurso no académico tiene que superar los filtros de la academia para ser considerado una propuesta teórica válida?
Este texto se detiene en el trabajo de algunxs de lxs que hemos formado parte de ese entramado de acontecimientos que se han venido dando en torno a los activismos artísticos relacionados con las desobediencias sexuales en el Estado español, particularmente entre los años 2003-2014. Se espera hacer hincapié en que su formulación responde a un conocimiento construido en los márgenes, de manera parcial y con base en influencias, afinidades, alianzas y deseos determinados por nuestro propio recorrido político, teórico y artístico.
Barcelona 2003. Políticas restrictivas del espacio público
Barcelona fue un lugar de encuentro para muchxs de nosotrxs. Llegábamos buscando esa ciudad cosmopolita que nos habían vendido como libre, instruida y donde la diversión y la cultura estaban aseguradas y al alcance de todxs. La realidad es que estábamos ante una Barcelona en proceso de gentrificación, cuyas políticas de gestión del espacio público se dirigían a un turismo de clase alta que también buscaba libertad,
cultura y diversión aunque, eso sí, pasando primero por caja. Hablamos de una cultura que emerge bajo el amparo de la institución, una diversión que elude cualquier cuestionamiento y una libertad al alcance de un grupo reducido.
En la Barcelona del 2003, los espacios de cultura libre, los centros autogestionados, las raves, los corrillos alrededor de unas cervezas en la calle o la permisividad con el nudismo2 estaban en el punto de mira de una élite política cuyos intereses capitalistas querían convertir a la ciudad en un espacio en el que solo estabas a salvo pago previo de una cuota diaria. Pero, aún faltaba lo peor, pues el verdadero mazazo a las libertades llegaría en el 2006 con la aprobación de la ordenanza cívica.
Al calor de algunos bares como la Bata de Boatine,3 los centros sociales okupados, las raves y el Macba (Museo d’Art Contemporani de Barcelona) se fue tejiendo una red de amistades basadas en afinidades teóricas, políticas, festivas y sexuales. Una red que provenía, en su gran mayoría, del feminismo, de las prácticas queer y también del ámbito artístico.
En todos estos espacios nos cuestionábamos las identidades de género y sexuales, así como las opresiones que todo esto suponía. Teníamos acceso a ensayos y producción videográfica de lo que se estaba realizando en los ya asentados movimientos queer anglosajón y estadounidense, y dábamos rienda suelta a nuestras prácticas performativas.
Fue en ese contexto cuando le pusimos nombre a nuestra manera de vivir, de sentir y de relacionarnos. Recuerdo cómo en la Maratón Posporno4 (2003), que organizó Preciado en el Macba, nos dimos cuenta de que la palabra posporno definía a la perfección las prácticas y el estilo de vida en el que algunxs de nosotrxs estábamos inmersxs. Nos sirvió para reafir-mar el hecho de que lo personal es político y aprendimos que la visibilización de nuestra forma de follar y de estar en el mundo eran armas poderosas que debíamos tener muy en cuenta.
Ese entorno y dichas circunstancias nos enriquecieron, afianzando políticas y dando lugar a parte del movimiento queer y postporno que se gestaría en la urbe catalana con una multiplicidad de proyectos, colectivos y personas: G.W.L.P, Go Fist Foundation, Corpus Deleicti, Hellen Torres, Itziar Ziga, Parole de Queer, La Luna de Calígula, Ex Dones, Diana Pornoterrorista, Quimera Rosa, Post-Op, etc. Además, ese contexto crítico ante el binarismo sexual y de género —el cual se dio previamente a la publicación de la Ley de la Identidad de Género, junto con las luchas por la despatologización trans— también sería responsable del germen del transfeminismo que se desarrollaría años más tarde.
Intervenciones en/con el espacio público: resexualizando la ciudad
Fruto de esa realidad restrictiva con el espacio público son performances como Oh! Kaña (véase postop.es). En el 2010 el Centro de la Imagen La Virreina convocó a diversos activistas como Post-Op5 y Quimera Rosa6 en el marco de la exposición dedicada a Ocaña7. El centro esperaba un homenaje al artista valiéndose de algunas de las herramientas que este utilizaba, como el travestismo y la parodia, realmente transgresoras en la época del autor pero descafeinadas en el contexto actual.
Post-Op, Quimera Rosa, Mistress Liar y Dj Doroti, Oh-Kaña!, 2010, Palau de la Virreina, Las Ramblas y Mercado de la Boquería, Barcelona. Foto: OlgaZ.
Nosotrxs8 decidimos aprovechar el evento para mostrar nuestro trabajo y explotar como una granada en la cara del espectador. Construimos personajes cyborg-mutantes, seres alejados no solo de las categorías de sexo y género sino de otras categorías dicotómicas como humano-animal, natural-artificial, normal-anormal. Las nuestras son cabezas con elefantiasis, implantes cyborg y brazos que actúan como vaginas. De estemodo, pusimos en escena una serie de prácticas sexuales extremas (cortes, agujas, fisting, penetración en órganos protésicos implantados, asfixias, pissing) ante los estupefactos trabajadores del centro y visitantes del museo. Atravesamos las lindes de La Virreina hasta llegar al centro de Barcelona, donde ejecutamos nuestras prácticas postpornográficas disidentes en las calles colindantes con el Mercado de la Boquería y Las Ramblas, espacios históricos de prostitución callejera y autónoma y, consecuentemente, muy perseguidos por las nuevas leyes cívicas.
Así, resexualizábamos y politizábamos esta zona maltratada por la ordenanza municipal. Exponíamos nuestros cuerpos inclasificables por las categorías identitarias al uso —no éramos ni hombres ni mujeres, ni humanos, ni máquinas, sino una extraña fusión indefinible— a la vista de ciudadanos, turistas, policías o vigilantes que observaban atónitos lo que ocurría, sin saber cómo debían interpretarlo, responder o actuar en consecuencia.
Afortunadamente para nosotrxs, muchas de las prácticas sexuales que realizamos se quedan en una suerte de tierra de nadie. Es decir, la mirada externa sabe que el sexo está implícito y que hay algo que incomoda. Sin embargo, en algunas ocasiones, al no encontrarse con genitalidad o desnudos integrales, el espectador no sabe qué hacer. El significado de lo que es sexo admitido socialmente es tan limitado que nos proporciona todo un espectro de prácticas con las cuales intervenir el espacio público, sorteando multas y detenciones.
Post-Op surgió en el 2003 después de una orgía tras el Maratón Posporno. En un primer momento nuestra intención era llevar al espacio público las inquietudes que se estaban dando en torno a las identidades, la sexualidad y la representación pornográfica, ya que muchas veces se quedaban en el espacio institucional, en los centros sociales okupados (como La Makabra, La Casa de la Montaña o Kankun), o en el ámbito festivo.
Comenzamos apropiándonos de las estrategias de la pornografía dominante, para subvertirlas y generar confusión en el espectador. Fue en ese momento cuando realizamos nuestra primera intervención, también en Las Ramblas y en el mercado de la Boquería. En esta performance parodiábamos los roles y las identidades del porno mainstream con personajes como una muñeca inflable que penetraba a los viandantes con su dildo en la boca, un policía leather con pechos y bigote que le hacía un fisting a una sandía, o la lluvia dorada que rociaba a los viandantes cuando una conejita de atributos masculinos pelaba una zanahoria (véase postop.es).
Diez años después, con la performance de Oh Kaña! en esas mismas calles, nuestros personajes ya no juegan con el género. Ya no se muestran como seres que no se pueden codificar en torno a las categorías binarias de hombre mujer. Ya no hay categorías que encierren a estos seres, sino mutaciones de un futuro posible poblado por seres alejados de las clasificaciones que utilizábamos hasta ahora.
También, con la intención de intervenir el espacio público y sexualizarlo, nos encontramos con la convocatoria de Diana Pornoterrorista9 de una paja colectiva en el campus de la Universidad Politécnica de Valencia (véase pornoterrorismo.com), en el marco de las jornadas Interferencias Viscerales: Prácticas Subversivas de lo Monstruoso, organizadas por Ideadestroyingmuros.10
O.R.G.I.A, El ataque de Autoérotica: la oscuridad se cierne sobre Barcelona, de la serie Follarse la ciudad, 2009.
En este happening Diana Pornoterrorista convocaba a lxs alumnxs a hacerse una paja en el campus. La idea era sexualizar el espacio académico. Aunque la convocatoria no tuvo una afluencia masiva, la repercusión mediática fue brutal: más de 30.000 visitas a los videos que mostraban esta acción. También hubo miles de comentarios en los que nos amenazaban e insultaban por nuestros cuerpos no normativos, que no se amoldaban a unos estereotipos de belleza, de género, ni a un comportamiento socialmente aceptado.
Otro proyecto interesante es Follarse la ciudad de O.R.G.I.A,11 donde se redimensionan los emblemáticos edificios del skyline de algunas ciudades convirtiéndolos en juguetes sexuales. En palabras del colectivo: «El objetivo es presentar una invasión quasi alienígena e hipersexual del espacio público urbano. Por vía del imaginario de la gigantamonstrua, se trata de permutar los valores simbólicos de un cierto tipo de arquitectura (fálica), además de resignificar ciertos espacios (otros) como fuentes, etc. Así, se redefine la ciudad como un parque de juegos sexual para «la invasora [...]».
Post-Op, publicidad de Cooperativa Dis-Puta, 2010.
La obra consta de una caja que contiene los suvenires de cada ciudad, acompañados de una imagen donde vemos a una giganta penetrándose con los edificios. Ejemplos de ello son El ataque de Autoérotica: la oscuridad se cierne sobre Barcelona, o Autoérotica revolucionada: golpe bajo al imperialismo.
Epidemia postporno: estrategias de contagio viral
Es importante resaltar los proyectos en los cuales la participación del público resulta fundamental, como en la propuesta Dis-Puta, en la cual Post-Op, en colaboración con Quimera Rosa, invitó al público a disfrutar de nuestros servicios sexuales postporno (véase postop.es). Currículum en mano, como si fuésemos a una entrevista de trabajo, nos acercamos a las personas asistentes a la fiesta, jornada o presentación y les mostramos la multiplicidad de prácticas que les podemos ofrecer; todo el proceso se retransmitió en tiempo real en una pantalla gigante. El espectador acaba convirtiéndose por unos minutos en parte del juego sexual y parte de una película postpornográfica. De esta manera, se rompe la dicotomía espectador-espectáculo y se generan imaginarios en primera persona.
Al referirnos a la intervención en los espacios festivos y las políticas a través de la fiesta, el colectivo Ideadestroyingmuros aporta un interesante texto en el que se considera la fiesta como una batalla: «Vivir la fiesta como una batalla donde la orgía es un acto político armado y sus municiones son los dildos granadas, los butt plugs balas, los dildos dobles porras. La utilización de símbolos de guerra para activar la deconstrucción de la idea de cama heteronormativa capitalista y la necesidad urgente de pervertirla y destruirla» (ideadestroyingmuros.info).
Ideadestroyingmuros organizaba los eventos festivos Pornoshot en Valencia, de los que pudimos disfrutar muchas veces, participando como furiosxs guerrillerxs. Son frecuentes las fiestas, presentaciones o jornadas en las que se acondicionan espacios donde se propician prácticas sexuales basadas en el juego y la experimentación.12
Y aun teniendo todo esto en cuenta, sin ninguna duda, la estrategia de contagio más eficaz es la de los talleres. A través de las prácticas performativas y de la puesta en escena del propio cuerpo se deja de ser un mero espectador para pasar a formar parte del imaginario colectivo.
Quimera Rosa, La violinista, 2014, performance, Emmetrop, Bourges, Francia. Foto: Elise Charbey. En la imagen se pueden ver algunas de las prótesis que sumadas a piezas y amplificadores de sonido dan forma a la jam-orgía.
En esta línea, nos gustaría hablar del trabajo de Quimera Rosa y su taller: El Cuerpo como Instrumento Sonoro Postgénero. Quimera Rosa propone experimentar con el cuerpo y el noise mediante la construcción de un amplificador de la electricidad corporal: el Body Noise Amp. Este aparato permite experimentar con el contacto del cuerpo para generar sonido. Lxs participantes crean prótesis donde acoplan los amplificadores que usarán adheridos al cuerpo para, finalmente en una especie de jam-orgía, generar sonidos y jugar con los ruidos y la propia corporalidad.
Es necesario mencionar los primeros talleres post-porno de Post-Op, en los cuales incitábamos a generar prácticas que rompiesen con las dicotomías de sexo y género por medio del juego y de la construcción debpersonajes.13 Sin embargo, queremos destacar el devenir de estos talleres en la actualidad. Ha sido en el 2013 cuando nos hemos centrado en romper con los parámetros de normalidad corporal, no solo con base en estas dicotomías sexo genéricas, sino también a aquellas que nos hablan de cuerpos enfermos, tullidos o gordos.
Ese año hicimos el primer taller postporno enfocado a colectivos con diversidad funcional, generándose así la semilla de las alianzas tullido transfeministas que, en estos momentos, se están dando principalmente en Barcelona. Marimachos, trans, bolleras, cojxs, locxs, afeminados, nos juntamos —en sesiones llamadas Picnics Mutantes— para propiciar espacios de debate, encuentro y diversión en torno a políticas queer-transfeministas y de vida independiente.
Post-Op, logo de Pornortopedia y diseño de uno de los juguetes, 2013.
Fruto de estos trabajos colaborativos es el proyecto Pornortopedia (véase postop.es), en el que Post-Oppropone crear o adaptar juguetes, prótesis y órtesis con fines sexuales enfocados para todxs. Se trata de unos juguetes inclusivos, útiles y atractivos para cuerpos que tienen otras sensibilidades o movilidad. De este modo, se resignifica la prótesis y la ortopedia dándole un cariz no solo sexual, sino también positivo. Otro trabajo colaborativo tullido transfeminista es el video postporno Nexos,14 en el que varios activistas postporno diversos funcionales se empoderan, visibilizando una sexualidad amplia e enriquecedora para el imaginario colectivo.
Hasta aquí algunas pinceladas sobre los activismos relacionados con la disidencia sexual en las prácticas artísticas que se están llevando a cabo en el Estado español. Estos son unos apuntes que no tienen en cuenta a todos los colectivos que trabajan en torno a las disidencias sexuales, pero que reflejan la fructífera producción del movimiento queer-transfeminista que día a día suma nuevos activistas. Activistas que apuestan por unas prácticas artísticas fuertemente politizadas, nombrándose desde lo monstruoso y desde la puesta en escena del cuerpo; y que a través de la provocación, el placer y la confusión pretenden tambalear algunos de los pilares que sustentan esta sociedad patriarcal, capitalista y capacitista.
Barcelona, abril del 2014.
Sitios en Internet
Colectivo ideadestroyingmuros: ideadestroyingmuros.info Colectivo Post-Op: postop.es
Colectivo Quimera Rosa: quimerarosa.tumblr.com Diana Torres, Pornoterrorista: pornoterrorismo.com Proyecto Akelarre Cyborg: akelarrecyborg.tumblr.com Proyecto Sexoskeleton Turing Test: sexoskeleton.org
1. Artículo con licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 2.0 (CC BY-NC-SA 2.0 ES).
2. En el verano del 2004, el Ayuntamiento de Barcelona (PSC-ERC e ICV-EUiA) subvenciona unos trípticos de dos entidades nudistas que invitaban a ir desnudos por la calle afirmando que el Ayuntamiento reconocía ese derecho. En el invierno del 2010 el mismo Ayuntamiento (PSC-ICV-EUiA) modi-ficará la ordenanza de civismo para introducir un título con el nombre de «Práctica del nudismo o seminudismo —ir en traje de baño—» que supondrá multas de entre 120 y 500 euros.
3. Abrevadero queer que se convirtió en lugar de encuentro y diversión para muchxs de nosotrxs, situado en el barrio del Raval, en una de las calles utilizadas habitualmente por las trabajadoras sexuales autónomas.
4. La Maratón Posporno fue un proyecto intensivo que incluyó conferencias, discusiones, prácticas performativas, proyecciones y documentación en torno a la pornografía, las nuevas tendencias pospornográficas y las diversas estéticas y políticas de representación sexual contemporánea, véase: macba.cat/es/maraton-posporno. Allí pudimos conocer por primera vez a Annie Sprinkle y visualizar producciones pornográficas de cuerpos trans, de cuerpo buch y gender queer imposibles de ver en el contexto español en esos años. Internet no tenía el alcance de hoy en día, ni existía la proliferación de páginas de porno queer que encontramos en la actualidad. Este encuentro fue crucial para algunxs de nosotrxs.
5. Post-Op (2003) es un grupo transdisciplinar que investiga sobre género, sexualidad y postpornografía desde una perspectiva queer transfeminista. Uno de los primeros grupos del Estado español que empezó a infectar espacios públicos, locales nocturnos, centros okupados y museos con sus prácticas pornográficas disidentes. Ocupan las calles con sus personajes multigenerados, monstruosos y mutantes; visibilizando cuerpos, sexualidades y prácticas no normativas. Su trabajo abarca performances, realización de talleres e instalaciones, la videocreación y la acción directa. Han mostrado su trabajo en algunos de los museos más relevantes del contexto ibérico y francés como el Museo Reina Sofía de Madrid, el Macba y el Centro Pompidou de París, sin dejar nunca de lado la intervención en los espacios autogestionados y públicos. Véase postop.es y postporno.blogspot.com.es.
6. Quimera Rosa (2008) es un laboratorio transdisciplinar de experimentación e investigación sobre identidad, cuerpo
y tecnología. Mediante obras vinculadas con la performance, busca desarrollar prácticas productoras de identidades cyborg y no naturalizantes. Este grupo hace del cuerpo una plataforma de intervención pública y concibe la sexualidad como una creación artística y tecnológica, creación que pretende mantenerse libre de patentes y códigos propietarios. La mayor parte de nuestro trabajo es colaborativo. Véanse quimerarosa.tumblr. com, sexoskeleton.org y akelarrecyborg.tumblr.com.
7. Ocaña (1947-1983), anarquista, artista e ícono trasgresor de la Barcelona de la transición.
8. En esta performance participamos Post-Op, Quimera Rosa, Mistress Liar, Dj Doroti.
9. Diana J. Torres es una artista multidisciplinar cuyas herramientas clave son la performance, la poesía, el video y la pornografía/postpornografía. Desarrolla liveshows en losque el público se ve de alguna forma obligado a la implicación emocional, política o sexual. También desarrolla su faceta de activista, siempre dentro del ámbito de la sexualidad, el postporno, el movimiento queer, el transfeminismo y la pros-titución. Es organizadora de la Muestra Marrana (festival de video postporno en Barcelona) y ha publicado su primer libro Pornoterrorismo. Véase pornoterrorismo.com.
10. Ideadestroyingmuros es un colectivo transcultural de militancia poética y activismo deseducativo. Nace en Venecia en el 2005 y su nombre hace referencia al título de la composición musical de Luigi Nono, «Voci destroying muros» (1970). Consideran imprescindible posicionarse políticamente en la creación artística. Esta práctica ha hecho posible la elaboración de procesos geopolíticos y sociales que lxs han atravesado, por medio de la interpretación y la traducción de sus experiencias singulares y colectivas. La búsqueda artística, feminista, la videocreación, la traducción, el dibujo y la escritura son los instrumentos a través de los cuales transforman sus límites en recursos.
11. O.R.G.I.A es en la actualidad un monstruo de cuatro cabezas (las de Sabela Dopazo, Beatriz Higón, Carmen Murriana y Tatiana Sentamans) que desde el 2001 plantea su investigación y creación artística en torno a las cuestiones relativas al género, el sexo y la sexualidad desde un posicionamiento feminista y queer. Se trata de una identidad fluctuante, inestable y bastarda que transita a su antojo y con base en sus posibilidades por diferentes disciplinas metodológicas. En definitiva, O.R.G.I.A es un espacio heterotópico en el cual las leyes, los tiempos y los placeres son marcados por el propio ser amorfo que conforma.
12. La presentación de Testo Yonki de Preciado en Bourges, las fiestas de Antipánico en Barcelona, la Queeruption Bcn, la fiesta dentro de las jornadas postapocalípticas de los diez años de Post-Op son solo algunos ejemplos.
13. Se pueden ver en las revistas Perras en Acción, fruto de los talleres.
14. Desarrollado por Post-Op, Antonio Centeno, Lucrecia Masson y Patricia Carmona (véase postop.es).