Amadou Kane Sy y el ritmo de la vida
Recientemente tuve el placer de hablar con Amadou Kane Sy acerca de las relaciones Sur-Sur entre las prácticas artísticas llamadas «poscoloniales», «subalternas», «no desarrolladas» en América, Asia y África. He querido retomar aquí algunos aspectos de esa conversación en el marco de este número sobre Geopolíticas del arte contemporáneo. La obra de esteartista senegalés es una respuesta a la hegemonía de las tradiciones eurocéntricas. Su trabajo redefine el significado de la llamada «periferia» como espacio artístico que exige la atención y la consideración del llamado «centro».
Tukufu Zuberi ¿Se acuerda del momento y del lugar cuando decidió ser artista?
Amadou Kane Sy Creo que el arte escoge a la persona para ser su trabajador, si puedo decirlo así. Seguramente hay momentos, momentos o tiempos precisos, periodos en mi vida en el que de repente siento la necesidad de expresarme a través de palabras, usando letras, diciendo cosas que no puedo decir de una manera razonada. Me refiero a que uno simplemente quiere expresarse. Hay cosas a las que se les quiere dar visibilidad de una manera no racional, porque no es algo que se pueda decir con la boca; es algo que se puede dibujar o a lo que se le puede dar una forma, una forma de color o tridimensional. Un momento así. Yo diría que fue algo así, ¿sabe?
En un momento uno siente que algo simplemente tiene que salir y que tiene que decir las cosas de manera diferente, y esto pasó cuando yo tenía unos 20 o 25 años. Fue algo así.
TZ Si yo tuviera acceso a su pasado, a su historia personal, ¿qué cosa podría sugerirme con más fuerza que usted se convertiría en la persona que es?
Proyecto de pintura mural con las mujeres alfareras de Ngueniene (colectivos artísticos Portes y Passages du Retour), septiembre del 2014. Centro de Arte y Desarrollo Holístico, Senegal. Foto: cortesía de Amadou Kane Sy.
AKS No es solo una cosa. Son diferentes elementos y diferentes etapas de un proceso de crecimiento. Lo primero que me viene a la mente es que cuando era niño, antes de ir a la escuela, me fascinaba el poder del libro, un libro y una página en blanco. Para mí, un libro es como una luz. Un libro es algo que uno abre y sale luz de él, y yo quedé convencido de eso desde entonces. Recuerdo haber dicho a mi padre: «No me lleves a la escuela, porque sé lo que voy a hacer. Voy a escribir libros y voy a darles luz a las personas», ya sabe, cosas por el estilo. Mi padre solía recibir a personas espirituales que a menudo escribían algún grigri, es decir, un talismán para la gente. Y yo vivíafascinado con el poder que esas personas tenían solo por el hecho de manejar los libros. Y están también las cosas que aprendí de los libros; para mí era como una puerta abierta, una gran puerta abierta en mi cabeza.
Y lo segundo sucedió cuando estaba terminando mi adolescencia; y hay una cosa también, la primera vez que oí «Stir It Up», esa canción de Bob Marley, las primeras notas de la guitarra. Para mí era como el machete en las cañas de azúcar, desde el área de la diáspora; era como algo muy vago, pero esa era la provocación. Y en ese momento también tuve una novia que escribía. Ella intentaba escribir poesía. Me preguntaba cómo podría una persona escribir poesía. Así que ella estaba escribiendo algunos poemas y yo me decía: «Oh, a mí me gustaría hacer eso», y empecé a hacerlo porque, naturalmente, yo era un consumidor de letras. Y, también recuerdo haber tenido un sueño cuando era niño. Para mí el dinero era como el alfabeto; yo estaba fascinado por los alfabetos: a, b, c, d, e, f, g. Pero en mi sueño esas letras tenían la formadel dinero. El dinero era un alfabeto. Así que para mí ser rico era saber. Eso estaba claro en mi cabeza. Así que, todas esas cosas son parte de ello. Sí, eso es lo que podría decir.
TZ ¿Qué papel cumplen, si lo tienen, la magia o la espiritualidad en su obra?
AKS Oh, un papel completo. Yo diría que hay más espiritualidad en mi arte que magia, y la hay de muchas maneras. Quiero decir que para mí la espiritualidad y el arte son dos variaciones del mismo método trascendental; son lo mismo porque ambas hablan de algo que no podemos, digamos, aprehender, no podemos tocar, pero podemos verlo y podemos vivirlo. No podemos tocarlo físicamente, pero lo podemos tocar con nuestra alma, con nuestro olfato, con nuestro pensamiento, con nuestras sensaciones. Son dos cosas que nos llevan a otro lugar, que nos hacen vivir mejor, porque para mí la vida, nuestra vida, está llena de redes.
TZ ¿Qué entiende usted por espiritualidad?
AKS Yo la llamaría una forma de acercarnos a nuestra relación con Dios, y de cómo podemos trascender, cómo podemos proyectarnos a través de lo divino, desde la perspectiva divina, para vivir mejor. Y para dar más sentido a las cosas que no son obviamente racionales, porque la racionalidad no puede explicar todo. Si tengo que definir la espiritualidad, lo pondría de esta manera.
TZ ¿Cuál es el valor del estímulo intelectual que surge en contacto con otros, otras personas creativas, para su proceso artístico?
AKS Creo que es uno de los motores, es el aspecto central; porque incluso para mí el intelecto es solo una función del cerebro que puede ayudar a comprender las cosas y a ocuparnos inteligentemente de ellas, de los problemas u obstáculos. Nos da una oportunidad o los medios y maneras de ir más allá, y para desarrollarnos, desarrollar nuestro entorno. Y para mí este impulso o estímulo intelectual es el motor de todo y es algo que no solo encontramos en personas que tienen un diploma. Porque, sabe, yo respeto cada vez más la llamada inteligencia comunitaria.
Hay un compositor aquí de Senegal, su nombre es Wasis Diop. Es un gran poeta y en una de sus canciones dice que todo ser humano que nace tiene un sentido, tiene una misión en la vida, en la Tierra. Lo sepamos o no, la misión llamará a nuestra puerta y tenemos que estar preparados para cumplirla o para confrontarla. Y para mí la cosa que nos hace abrir esta puerta es el estímulo intelectual.
TZ Excelente. ¿Cómo se identifica con otros artistas y otras formas de creatividad?
AKS Simplemente utilizo lo que se ajusta a mí en el momento en que quiero decir algo en relación con las circunstancias. Es decir, es un proceso transversal. La idea de la transversalidad está en todas aquellas formas de arte, ya sabe… Bueno, no sé si contesté su pregunta. […] También como artista de esta región del mundo… En cierto sentido, con frecuencia las personas dicen que en esta región del mundo no hay nada, lo cual es total y absolutamente falso. Todo está aquí. Pero la cosa es que nosotros somos los «reveladores», como en el proceso de la fotografía. […] El combustible de nuestro motor es la creatividad. Todo el mundo, todo ser humano tiene creatividad; y en el proceso del objeto estético hay creatividad para todos. Por ejemplo, en su práctica creativa los artistas al final del proceso logran crear una obra. Pero otras personas pueden dar con una idea buena para su comunidad; o una idea buena para el medio ambiente, una forma de avanzar, por ejemplo, frente a un problema de salud, o cosas por el estilo. Yo trabajo con cualquier persona que sea productora de sentido. Tengo esta flexibilidad y estoy abierto a todo aquel que sea creativo y cuya creatividad se pueda utilizar para mejorar la forma como vivimos. Así es como veo las cosas, básicamente.
TZ ¿Cuál cree que es la función de su arte?
AKS La función de mi arte es en primer lugar expresarme, y, en segundo lugar, dar oportunidades a las personas que viven en mi entorno; ya sea desde una perspectiva muy estrecha, o desde una perspectiva amplia también, en términos de las personas que viven en la misma zona que yo… Y ser o, más bien, decir las cosas como son; cosas que me preocupan a mí y que nos preocupan en esta parte del mundo. Este es mi centro, sencillamente, este es el centro para mí. Este es el centro del mundo, como yo lo veo. Así que todo lo que está pasando aquí tiene algo que ver con esto. Mi arte tiene algo que ver con esto, y me da la oportunidad de cuestionar de nuevo todas las cosas dadas por sentadas que ponen en mi cabeza y que definen mi condición; que incluso me definen a mí como ser humano. Yo quiero deconstruir todas esas cosas y darme la oportunidad de propiciar algo nuevo, de decir: «Un momento, mira: las cosas no son como crees…».
[...] Siempre hago referencia a músicos. Por ejemplo, a las canciones rebeldes, a música de protesta.
El sistema acaba de crear un alfabeto y dice que todo el que no tenga acceso a ese alfabeto es iletrado. Pero la persona que puso las reglas del juego es el amo del juego. Me niego a reconocer las reglas del juego. Tengo mi propio juego. Quiero darme la oportunidad de redefinir el mundo desde mi propio punto de vista, si sabe a lo que me refiero.
Todos los días de mi vida utilizo cinco idiomas. Uso el wolof, el fulani, el inglés, el francés y, a veces, el español y el árabe. Todos los días. Y quiero darme libertad para redefinir las cosas y reconfigurarlas: ¿qué es la democracia?, ¿qué son los derechos humanos?, ¿qué es el desarrollo?, ¿qué es ser pobre?, ¿O qué es, ya sabe, la periferia o el centro? Yo soy el centro. En lo que a mí me concierne, yo soy el centro, y yo soy el león. Quiero darme la oportunidad de hablar de la caza. Porque desde el comienzo, desde el principio mismo del proceso histórico, solo tenemos las versiones de los cazadores. Y ahora yo soy el león y que dejen hablar al león. Así es como yo veo las cosas. Esa es la oportunidad que mi arte me da.
TZ Qué bien. ¿y qué tipo de arte hace?
AKS Hago arte clásico y hago pintura, grabado. Hago video, fotografía. Las obras a escala real son el marco de mi trabajo, de mi expresión. Yo sí creo en la interacción con otras personas que trabajan como artesanos. Trabajamos con la comunidad para mejorar las cosas. Acabamos de crear un taller con un grupo de mujeres ceramistas que solían pintar en escala muy pequeña algún tipo de cerámicas y cosas que la gente usa, y les dimos un formato a gran escala para expresarse, una edificación, lo cual es algo realmente fantástico y verdaderamente rico; es como si hubiéramos abierto una nueva puerta. Así que, como decía, creo que mi arte y mi forma de pensar sobre las cosas son lo mismo, son dos partes del mismo proceso. Es como un hombre que quería establecer la diferencia entre la escritura y el dibujo; y entonces dijo que la única diferencia entre la escritura y el dibujo era que uno toma lo escrito y lo transforma, y el resultado es el dibujo. …Cuando los niños de aquí quieren decir «dibújame un árbol», dicen «escríbeme un árbol».
Así mismo, mis obras van desde lo bidimensional hasta lo tridimensional. Hago instalaciones. Vivimos a ochocientos metros del mar y hay un montón de basura y, sobre todo, zapatos, no sé por qué. Hay un montón de zapatos, sobre todo chancletas. Entonces ahora estoy haciendo enormes chancletas con las chancletas; unas chancletas de tres o cuatro metros, porque el asunto es la movilidad. Tiene que ver con los seres humanos, y también (así como le decía antes que yo soy el centro), con el hecho de que todos somos africanos. El movimiento, la movilidad del mundo comenzó aquí, está científicamente probado. Esa es la esencia de mi trabajo: solo quiero decir algo importante sobre las cosas que la gente tiende a ignorar o pasar por alto con arrogancia; o simplemente descolonizar mi forma de pensar. Ese es mi trabajo, así es como visualmente descolonizo mi forma de pensar y pongo las cosas como un espejo frente a la gente para que puedan reflexionar sobre esto y cambiar el presente y la perspectiva de las cosas.
TZ Amadou, tuve la fortuna de verlo mientras trabajaba en Colombia. Vi que colaboró con personas latinoamericanas, personas afrodescendientes de América Latina y de los Estados Unidos. Así que esta pregunta se la hago en este contexto; una pregunta muy simple, pero tenga en cuenta que tengo eso en mi mente: ¿dónde produce su obra?
AKS En todas partes. Lo siento, ya sabe, la vida… el mundo es mi marco. En todas partes, donde sea necesario, haré mi trabajo; pero estoy aquí. Me preocupan mucho las cosas de aquí. También estoy muy preocupado por África, y si digo África, es solo físicamente que ella está acá. África es más amplia que la perspectiva que la gente tiene de ella, y África es una diáspora de este lado de mi mano al otro lado de mi mano. Una de las cosas que me gustaron mucho cuando fui a América Latina fue tratar de seguir mi camino, tratar de buscarme a mí mismo allá. En realidad, yo andaba buscándome. Fui a Brasil, a Brasilia y a la zona de Goias, en la provincia alrededor de Brasilia, donde hay algunos quilombos llamados kalungas. Hice algún trabajo allá y fue genial. O cuando estuve en Colombia, en la costa del Pacífico, y tuve la sensación y la impresión de estar en Mozambique o Angola… es como la misma historia, la misma cosa. Quedé muy sorprendido cuando salí del aeropuerto a la calle, al ver y escuchar gente como yo, con la misma complexión. Se comunicaban y yo me preguntaba a mí mismo: «¿Quién habla wolof aquí?», pero no era wolof, era español, pero con una musicalidad que yo reconocía. Fue asombroso. Fue muy poderoso, ¿sabe? Muy fuerte. Conocí a unos afrodescendientes en Colombia que estaban haciendo un gran trabajo por allá, jóvenes artistas e intelectuales. Y también quedé muy sorprendido por el hecho de cómo la historia tartamudea, quiero decir, se repite a sí misma. Por ejemplo, en el mundo del arte contemporáneo los descendientes de los conquistadores tienen más oportunidades, más visibilidad, y yo no estaba interesado en eso. No haría un viaje tan largo solo para encontrarme a esa misma gente allí. Solo quería ver a mi gente allá, lo que están haciendo, y me encontré con unos pensadores muy poderosos, muy buenos artistas, y tuve la oportunidad de traer uno aquí. Tuvimos una beca para un artista de Cali, un tipo joven llamado Fabio [Melecio Palacios]. Él hace un gran trabajo y tuvo la oportunidad de venir aquí a Senegal, era su primera vez en África, a trabajar con nosotros. Estábamos trabajando en ese puente, en cómo establecer el puente desde aquí. También tenemos amigos desde el otro lado, desde la Isla de la Reunión, Madagascar, y mi esposa es afroamericana… y mis hijos son lo que son.
TZ Son hermosos.
AKS Y ¿sabe?, por eso llamamos a nuestro proyecto Puertas y pasaje de retorno. ¿Cómo podemos establecer este puente para estar más centrados y decir las cosas como nosotros queramos decirlas? Esto ensancha mi marco de expresión, pero también lo enfoca más en mi condición humana como africano.
TZ Conozco a este artista colombiano, Fabio.
AKS Ah, ¿lo conoce?
TZ Sí, estuve varias veces en Colombia.
Bien, como sabe, este número de Errata se ocupa de la geopolítica del arte contemporáneo. ¿Qué significa, si significa algo, la «geopolítica del arte contemporáneo» para usted?
AKS La geopolítica del arte contemporáneo… no sé, la geopolítica del arte contemporáneo tendrá algo que ver con la geopolítica de la economía del arte. Tendrá que ver con la propia geopolítica y con el hecho de quién la define y quién tiene el poder y quién compra el arte, quién lo vende, quién organiza y manipula las cosas en el mundo del arte, o sea, en el mundo del arte contemporáneo. Y con los proyectos de globalización, con el mercado, con el capitalismo, con la supremacía blanca, etc. Así que la geopolítica, no sé… tengo un sobrino que es profesor universitario aquí y cada vez que hablamos él me dice: «Bueno, hablemos de algo; pero es difícil hablar contigo porque siempre cuestionas todo», porque cada vez que hablamos sobre la modernidad, sobre la democracia, le digo: «Bien, entonces ¿de qué modernidad estás hablando?, ¿de cuál modernidad?» Así que geopolítica… ¿quién va a definir la geopolítica y qué tipo de arte contemporáneo? Por ejemplo, he tenido que lidiar con una tontería durante años y años: cuando la gente habla del arte africano se refiere a máscaras y cosas por el estilo, al arte primitivo. Así que hay muchas preguntas a las que la gente no encuentra respuestas. Intentemos centrarnos primero en eso y tal vez, luego, esto nos ayudará a entender qué significado podemos darle a aquella «geopolítica del arte contemporáneo». Pero usted sabe que la geopolítica del arte contemporá-neo ahora la define Occidente, en cierto modo. Por ejemplo, los artistas africanos que trataron o tratan hoy de entrar en ese mercado: lo intentan, y para eso solo tienen que seguir las reglas, pero quien define las reglas define la geopolítica y define todo. Yo no soy uno de ellos; por eso me alegra estar aquí para hacer el arte nuestro. Nosotros tenemos un proyecto que cuenta con diferentes componentes. Y estoy feliz de obtener mi energía del sol, y estoy feliz de obtener agua del suelo a cinco metros de profundidad…
TZ ¿Cómo permite su trabajo acceder a actividades humanas relacionadas con cuestiones y problemas sociales?
AKS Hay una escritora de Malí, seguramente la conoce: su nombre es Aminata Traoré; es exministra de Cultura y socióloga, una pensadora realmente poderosa.
Encantadora. Ella escribió un libro titulado La violación del imaginario (2002), y en este libro se define así misma como alguien que hace marcas en la tierra, marcas que se convertirán en senderos por donde pasará la gente para encontrar un camino. Pienso que podemos definir nuestra obra, nuestro trabajo, de esa misma manera. En cierto sentido, nosotros, los artistas, somos como las esponjas. Cuando usted pone a una artista en alguna parte, seguro que tomará todo lo que es de la zona, cosas buenas y cosas malas, y su trabajo será revelador. Y al igual que quien trabaja creativamente y siempre se da oportunidades, nosotros cuestionamos las cosas. Creo que cuando uno trabaja colaborativamente con la comunidad sabe, por supuesto, que está creando una especie de plataforma donde la gente sentirá que puede darse la oportunidad de cuestionar las cosas y también de hallar soluciones disponibles a su alrededor; eso es lo que me interesa. Es como la construcción que mencionaba; me gusta esta edificación porque hemos trabajado muy duro, porque la comunidad nos dio la tierra y decíamos que esta tierra era tan oscura y tan rica que queríamos hacer de todo con esa tierra. Queríamos construir con esa tierra, y crear objetos culturales, y cultivar verduras con esa tierra. Íbamos a hacer todo. Y lo hemos hecho. La primera construcción se derrumbó, pero la segunda está aquí y es realmente hermosa, y es una edificación de tierra. Fue maravillosamente diseñada por las mujeres de la comunidad y es fantástico. Es un valor añadido estético que enriquece lo que hay aquí. No es de Italia, no es de Alemania, es decir, todo es de aquí, y aquello que lo hizo posible fue la idea, la sensación de poder para transformar las cosas, diciendo «Ah, es posible». Y todas esas mujeres que solían hacer cerámicas en pequeña escala decían: «Ah, yo puedo hacer esto en mi casa», «puedo hacerlo aquí». Ahora estamos tratando de presionar a los funcionarios aquí. Van a construir nuevos lugares, intentamos que diseñen las construcciones basándose en lo que estas mujeres de la comunidad están haciendo, lo cual es estéticamente muy poderoso. Este es un claro ejemplo. Así es como se puede definir el trabajo que hago.
TZ Eso me gusta. Déjeme continuar con esta pregunta. Porque creo que usted tiene razón y yo estoy ahí con usted. ¿Como toma parte su trabajo en este nuevo movimiento en el Sur, en el cartografiar del campo artístico de diferentes maneras, donde Oriente, el Sur y otras regiones del mundo se convierten en nodos de promoción, circulación y comercialización del arte?
AKS El mundo funciona desde hace siglos y siglos desde la misma arquitectura teórica. Y si uno mira el resultado, en cierto modo, esta arquitectura teórica puso de hecho al mundo en términos de una crisis, de lo que significa estar frente al mundo. Es tiempo, ahora mismo, de que el mundo deje de occidentalizar su manera de ver y pensar las cosas, y que les dé oportunidad a aquellos conocimientos, sabidurías y maneras de pensar no occidentales para surgir y tomar su lugar y expresarse, dar su opinión, sobre cómo podemos hacer las cosas de manera diferente. El arte, los que hacen arte, los procesos de arte, los productos de arte, los artistas desde todas estas regiones del mundo estamos expresándonos de una manera que le dice a Occidente: «Sé humilde, cállate, ahora escucha»; así es como veo las cosas. Solo tienen que callarse y escuchar. Ellos han estado gritando desde hace años y la cosa es que el proceso de globalización era parte del plan que Dios tiene, o sea, que va a ocurrir, que está destinado a suceder. Mi preocupación es de qué otra manera podría suceder esto si no fuera así, de esta manera trágica. No sé si me sigue…
TZ Sí, lo sigo.
AKS En el Corán, según recuerdo haber leído, Dios decía: «Yo los hice de diferentes complexiones, de diferentes colores, de diferentes lenguas, de culturas diferentes para que aprendan y se enriquezcan mutuamente, pero no para hacer la guerra o para luchar». Del mismo modo, ahora tendrían que escuchar, ser humildes y decir: «Muy bien, esto es como la Declaración Universal de los Derechos Humanos». Dicen, por ejemplo, «1948», pero para mí esto no es un tema de 1948, es de 1300. Es desde el Imperio de Sundiata, o antes. Y en ese tiempo la gente sabía que pertenecía a la naturaleza; es tan simple, tan simple. Y el principio de crecimiento, que es la base de esta economía, está mal, está tan mal la forma en que tratan de usar el mundo de una manera francamente inapropiada, causando todo el calentamiento global, y poniendo en peligro nuestro acceso a los recursos… Todas esas cosas que reducen a la gente a la pobreza solo porque hay que producir, y producir, y producir, y crear el nuevo Homo shopping shopping. Estamos bien lejos del Homo sapiens sapiens, creo. Ahora somos Homo shopping shopping, y eso es complicado. Así queme veo a mí mismo como parte de las personas que vamos a tener, que vamos a establecer una especie de forma alternativa de ver las cosas, de ocuparse de las cosas e, incluso, de dar solución a las cosas, al problema del mundo. Eso es lo que puedo decir yo.
TZ Bien, ¿qué impacto ha tenido esta dinámica sobre los modelos de producción y exposición de su trabajo?
AKS Cada vez más y más, podría decir, más y más. Y claro, es un dilema para mí, en el sentido en que sé que una forma de arte que no se muestra no existe. Esto significa que todo lo que producimos debe ser mostrado, debe ser visto en una forma de exposición, o debe ser publicado, editado. Al mismo tiempo, creo que tenemos la oportunidad de ocuparnos del arte de diferentes maneras también.
Es fantástico, por ejemplo, lo que está sucediendo ahora mismo en China. Hace veinte años, muchos artistas de China, Ai Weiwei y todos esos tipos, simplemente se fueron a los Estados Unidos en busca de reconocimiento, tratando de entrar en el mercado. En China hay muchas personas que son ricas, hay muchos multimillonarios que están interesados en el arte y que están comprando las obras que los artistas chinos están produciendo. Crean instituciones de arte, incluso museos privados y cosas por el estilo; es realmente interesante y tiene impacto sobre la forma como producen los artistas en China e, incluso, sobre el movimiento y la movilidad de los artistas que se trasladaron hacia Occidente. Ahora están todos de vuelta, están de vuelta en China porque los chinos compran su trabajo, celebran su trabajo, están orgullosos de su trabajo y logran conservar sus obras mucho mejor —hacen todas esas cosas que los artistas solían ir a buscar allá en Occidente, en Nueva York, Milán o no sé dónde—. Cuando yo hablaba de mi dilema, es desde este punto. Sí, como artista me gustaría que mi trabajo fuera visto, reconocido, celebrado, pero al mismo tiempo a veces esto ya no me importa, ¿sabe? Pues ahora estamos aquí en la creación de este centro de arte para el desarrollo, un Centro de Arte para el Desarrollo Holístico, estamos produciendo arte de otra manera, con la comunidad, y creo que es más emocionante y tiene más sentido para mí. Ya no estoy buscando, ya no estoy tratando, ya no estamos persiguiendo a los curadores; ellos nos tienen que buscar a nosotros, porque ellos no tienen acceso a estas cosas que estamos haciendo. Quiero decir, si les interesa, vamos a decirles dónde sentarse, y vamos a producir también. Yo voy a cultivar hortalizas orgánicas (cebolla, pimiento, zanahoria, etc.). A nuestro alrededor hay mucha gente que nunca fue a la escuela y tiene mucho dinero del cultivo. Yo también voy a hacer eso, a financiar mi trabajo y financiar todo; usted conoce este dicho: «Quien tiene el dinero, tiene el poder». Yo voy a tener el dinero, así que voy a tener el poder de vender mi trabajo, para decidir a quién le voy a vender mi trabajo, o a quién no se lo voy a vender, o si quiero que mi trabajo se exponga en tal lugar o no. Esa no será la parte esencial de mi expresión, mi atención se centrará aquí, ya sabe, mi enfoque está aquí: cómo desarrollar el proyecto con la comunidad, cómo mejorar el medio ambiente, cómo ser más conscientes sobre la tala de árboles, cómo ser más conscientes sobre la basura; cómo podemos, quizás, hacer alguna obra tridimensional de arte con la basura que tenga impacto en la conciencia sobre cómo manejar el medio ambiente… cosas así.
TZ ¿Lo estético y lo social se integran siempre tan bien que su trabajo puede considerarse por igual arte o acción social y, de hecho, tal vez ambas cosas?
AKS Sí, ambas cosas. Y lo que me gusta es que la forma en que nos ocupamos del arte hace mucho tiempo aquí en África tiene algo que ver con eso.Porque incluso la idea del artista, los estudios de artista no eran estudios individuales, se daban a partir de una perspectiva colectiva. El arte solía cumplir un papel durante determinados periodos o etapas de la vida social. Cómo decirlo, el arte debe tener un sentido, dejar una marca en la vida de la sociedad. Entonces, al hacer un performance o una instalación, crear una escultura, etc., la escultura, el objeto, no era importante solo por su forma, sino que estaba cumpliendo un papel en el ritmo de la vida de una sociedad. Así que estoy muy contento de que lo que estoy haciendo en este momento tenga algo que ver con la forma en que se definía el arte aquí hace mucho tiempo. Tengo una doble satisfacción, en el sentido en que puedo ver que mi obra crea vínculos con cuestiones sociales y los problemas de aquí, y al mismo tiempo veo que mi trabajo tiene también la oportunidad de ser visto incluso en la ciudad de Dakar o en otro lugar, y propiciar otro debate en otras circunstancias.
TZ ¿Cómo ve el futuro de su trabajo?
AKS El futuro de mi trabajo consiste en que la semilla que puse aquí en la tierra brote y crezca para volverse árbol; el futuro de mi trabajo es también, por ejemplo, con este nuevo alcalde de este entorno, cómo podemos ir y hablar con él. Para hablar sobre la basura en Joal. Como sabe, Joal es el lugar de donde surge Léopold Sédar Senghor. Cuando uno entra a Joal, una de las primeras cosas que se ven son montañas de basura, y yo digo que este es el problema. Senghor escribió un poema muy importante que se llama «Joal! Je me rappelle» [«Joal, me acuerdo»]. Podemos hacer todo el proceso de arte alrededor de esto, y ofrecerlo como un apretón de manos a las personas que vienen por primera vez al lugar. El futuro de mi obra es cómo puedo hacer más conexiones con las personas que están diseñando esta ciudad, este ambiente, que no es una «ciudad» sino una comunidad; cómo podemos mejorar las condiciones de vida basados en el arte. Así es como veo el futuro de mi trabajo. Y también cómo puedo hacer más conexiones con África, aquí en África y en otros lugares. Es como Fabio o como Adriana Quiñones-León, una antropóloga joven y brillante con su colectivo Afro Existencias. Y también hay curadores que son conscientes de lo que estamos haciendo y que están en el mismo marco de pensamiento descolonizado alternativo: cómo hacer un puente, cómo mejorar la condición de la movilidad de allá para acá y cómo crear más cosas. Así es como yo lo veo.