TAYPI Y LOS CICLOS DEL TIEMPO
Una de mis inquietudes más grandes siempre fue conocer de cerca el proceso creativo de otro artista. ¿Qué lo había llevado a realizar tal obra? ¿Cómo lo hizo? ¿Por qué lo hizo? Una curiosidad aguda se clava en la mirada cuando se abren las puertas del estudio del artista, o cuando se lee su diario o simplemente cuando se toma un café y mirándote a los ojos te cuenta de su aventura al realizar tal creación. Hoy, voy a ser yo quien te cuente de mi viaje creativo.
Me tocó la travesía de realizar una obra que aún está mutando en sus clasificaciones: performance, videoperformance, cortometraje experimental, video performático, etc. Pero no es necesario detenerse en ponerle un nombre de estos. Solo decir que es una obra que pasó por salas de arte, en Bolivia y fuera de ella, salas pequeñas de cine y circuitos alternativos de video. Taypi es su nombre, un experimento que empezó como performance y encontró un romance con el video.
Día #1
¿Cuál es el recorrido de la obra conceptual?
¿Hoy en día la labor del artista es realizar una acción
y ya?
¿Qué está detrás de la obra?
Ya tenía el boceto en mi diario.
Tenía que buscar un compañero para esta aventura.
Un amigo cineasta y actor era el indicado.
Llega una invitación del Goethe Institut y Museo Nacional de Arte para una exposición llamada «Vivir bien».
Día #2
Compañero entusiasmado en colaborar con esta obra.
Emiliano Longo,
estudiamos juntos en la carrera de Cine durante cuatro años.
Instituciones llamando a reuniones y talleres.
Y solo me preguntaba ¿Por qué hago esto?
Taypi, es un performance que utiliza tres cuerdas largas en forma de círculo. La idea básicamente es que dos hombres se hallan a los extremos del círculo. Mientras uno ata las cuerdas, el otro hombre desamarra las cuerdas. Creando ciclos y un movimiento que no tiene principio ni fin. La descripción es así de simple. Nada más.
Día #3
¿Cuál es la necesidad de filmar este acto?
¿Por qué registrarlo?
¿Por qué usar la imagen?
¿Puede existir una conexión con el video que vaya más allá del registro directo?
Empecé a elaborar un storyboard. Guion técnico. Una carpeta de producción como para una mini película. Algunos me decían: «¿para qué? Es sólo un performance, la acción es lo más importante». No los escuché.
Día #4
¿Qué podría hablar yo del tiempo?
La exposición «Vivir bien» estaba dentro del marco de una Investigación artística.
Entonces el proceso iba a ser determinante para estas obras.
Estudiar.
Día #5
Antes de organizar y producir el performance y video necesitaba buscar el significado del tiempo en la cultura originaria boliviana. Creo que la obra se potenciaría con esta investigación. Era como una intuición que me llevaba a este concepto.
Entonces empecé mi búsqueda por el significado del tiempo en la cultura originaria aymara. El siguiente texto es la búsqueda de este concepto antes de empezar la creación del video. Son extractos, reflexiones y articulaciones que logré encontrar para potenciar la pieza Taypi.
«La creación se dará la vuelta»
El mundo aymara es un lugar mágico. Es un universo que te permite viajar al tiempo ancestral, de historias transmitidas de manera oral por generaciones, de un acercamiento a la naturaleza que crea nexos y relaciones. De una sensibilidad hacia los antepasados, dioses y mitos que otorgan fe y la posibilidad de creer en que la naturaleza nos trajo a este mundo porque así tenía que ser.
El tiempo
Los aymaras tienen una palabra clave, multifacética e importante: Pacha. Este término va más allá de la simple traducción de «tiempo-espacio», además se refiera a la tierra, se refiere a tiempos remotos y al universo. Es una palabra muy compleja que, si se utiliza como sufijo, obtiene muchísimos otros significados.
Tiempo-espacio – espacio-tiempo
Pero algo que está claro en la cosmovisión aymara sobre la Pacha es que el tiempo no se concibe como una unidad lineal o medible, sino es algo dinámico, orgánico y vivo. Este concepto tan importante para los aymaras es un fundamento en su visión de la vida, la esencia del tiempo es cíclica, el mundo y el universo son infinitos.
El concepto de Pacha, muy diferente al pensamiento occidental, no se traduce como una vida de peldaños, de llegar a la cima, o llegar más lejos. No es un lugar donde haya horizontes que alcanzar, sino horizontes a los cuales regresamos. Principalmente es un encuentro, del pasado con el futuro, del hombre y de la mujer, del cielo y de la tierra, de elementos opuestos e iguales.
Este pensamiento sobre el tiempo cíclico está estrechamente relacionado en cómo los aymaras viven y experimentan la naturaleza. Viene de un proceso de observación natural a su alrededor. En el campo, para cultivar y trabajar la tierra tuvieron que aprender el ciclo agrario, dividir los tiempos en estaciones, para saber cuándo era el mejor momento de sembrar y cosechar. Además de establecer días festivos que daban inicio a nuevos ciclos. Más adelante se desarrollaron calendarios, donde determinaron el año nuevo, que empieza a mediados de invierno, en la noche más oscura.
Es el día del solsticio invernal y trae la promesa del retorno del sol y la renovación de la vida y del tiempo. El círculo es una figura muy acertada para representar como símbolo esta renovación cíclica de la vida.* (Albó 1988)
Para describir mejor la idea de presente, pasado y futuro redacto unas oraciones que describen este concepto perfectamente para la obra artística a proponerse, del libro Cosmología Andina: sabiduría indígena boliviana en encuentro con la ciudad, de Hilvert Timmer:
«Dos fuerzas o conceptos cualquiera opuestos pueden ser unidos en una fuerza o concepto, que contenga ambos opuestos originales».
«En cierto sentido, por eso el aymara no distingue estrictamente el pasado del futuro, porque el presente los conlleva a ambos. Los ancestros siguen viviendo y están al alcance, dado que en su ciclo el tiempo siempre regresa a lo que era…».
«…de modo que es el periodo de rotación y representa el opuesto simétrico necesario después de haber vivido un largo periodo de orden. Acto seguido se establece un nuevo orden con nuevas reglas, condiciones y conceptos».
A causa de estas repeticiones, podríamos concluir en una imagen donde el tiempo está suspendido, como cuerdas amarradas o como membranas tensadas. Un encuentro de dos extremos que sostienen el tiempo eternamente.
Equilibrio
Todo lo hecho por los ancestros, pasados de boca a boca por generaciones, cumple una función de eterno retorno para los aymaras otorgando así un equilibrio, una reconciliación con el tiempo y la naturaleza; y dar inicio a ciertas temporadas establecidas en su calendario. Esta continuidad de vida cósmica, se transmite en diferentes niveles del Pacha. Todo lo que se desata y experimenta en un lado del Pacha, acontece de diferentes maneras en los otros mundos. Por esta razón, los rituales y sacrificios son una actividad de fuerte tradición. Antes de ciertas temporadas, digamos para la siembra, se hacen ofrendas, las cuales son muy veneradas por los aymaras, pidiendo a los Achachilas (Las montañas) y Pachamama (la tierra) permiso para poder empezar a trabajar el suelo, además de fertilidad para poder sobrevivir. Entonces todos, con una fe muy devota, no colocan un dedo en siembra sin ofrendar. El mismo patrón tienen para recibir el año nuevo aymara. Se hace el solsticio, una ceremonia para recibir al sol el primer día del calendario aymara. Es como un deber cósmico. Todo por la búsqueda de este equilibrio con la naturaleza, pedir permiso a los entes espirituales y naturales. Entonces el equilibro con la Pacha mantiene activo estos movimientos cíclicos.
La naturaleza
Vivir en el campo crea un vínculo fuerte con la naturaleza, del cual los aymaras han aprendido su sabiduría y la aplican en sus modos de vida. Han aprendido las estaciones del año, cuándo es mejor la siembra, los momentos de más frío y de más calor, la posición de las estrellas, por dónde viene el viento; actividades y actitudes que estrechan su intimidad con la madre tierra. Su principal objetivo es la procreación de la vida, la supervivencia. La noche más larga es la noche donde un ciclo acaba, y así se regocijan al recibir al sol a la mañana siguiente. Un nuevo ciclo empieza, el círculo continúa.
Otro ejemplo es el fin del mundo cristiano. Para los aymaras, no solo es el fin último del universo, sino que interpretan que es el fin de una etapa y del comienzo de otra. Ellos creen que en el juicio final van a morir todos y vendrán otros para ocupar el mundo en su lugar. O, si no, que el día del juicio la tierra misma dará una vuelta.
Vivir bien
Ahora, ¿cuál es el tiempo que estamos viviendo en Bolivia? Ha ocurrido un gran cambio hace unos años iniciando un proceso de cambio social y cultural. Las cosas se han dado la vuelta, los que estaban arriba ahora están abajo y los que estaban abajo ahora arriba. A este tiempo se lo llama Pacha Kuti. Para concluir con el tema del vivir bien, he encontrado un relato que describe de una manera concreta, sencilla y hasta anecdótica la visión de el tiempo Pacha Kuti. El autor, de este texto, Xavier Albó, quien es de otro país, nos cuenta:
Un joven Laymi, comentándonos esta vuelta, nos mostró cómo el mundo se pondría al revés. Con la mano extendida hacia nosotros enseñó el dorso y dijo: «arriba estamos nosotros», y mostrándonos la palma añadió: «…y abajo, al otro lado de la mano, es otro mundo, el de abajo (manqha). Abajo todo es al revés del nuestro; es de noche cuando aquí es de día, allá es verano cuando aquí es invierno. El juicio es como darle vuelta a la mano, lo de abajo estará arriba y lo de arriba abajo.» Con esta explicación adquieren pleno sentido algunas preguntas que nos hacían los Laymi cuando vivíamos en sus comunidades: ¿cómo hacen en su tierra para andar siempre de cabeza, patas arriba? ¿Cómo pudo pasar el avión por el jach´a p´iya (gran agujero) para llegar de una cara a la otra de la tierra? (Albó 1988)
Conclusión
La revolución cultural de Bolivia no puede dejarnos indiferentes, menos a los artistas que trabajamos con los contextos. Estos llegan a ser preocupaciones artísticas, materiales que llevamos a nuestros atelieres para estudiar y producir. El arte debe estar ligado a las cosas cotidianas que acontecen día a día a nuestro alrededor. Las filosofías originarias, las políticas y relaciones de la sociedad nos dejan claro que algo nuevo todavía está sucediendo en el país. Este giro, la vuelta de la palma de la mano del anterior ejemplo, nos abre puertas para pensar y aportar conocimiento a través de expresiones artísticas. Debemos ir más allá de la politiquería que abunda, distrae y distorsiona la esencia de nuestra cultura. Trabajemos por ser actores sociales con una voz diferente, propositiva y reflexiva.
Referencias
Albó, Xavier. 1988. Raíces de América. Madrid: Alianza.
Hilvert, Timmer. 2011. Cosmología andina: sabiduría indígena boliviana en encuentro con la ciudad. La Paz: Iseat.
Ardenne, Paul. 2006. Un arte contextual. Murcia: Cedeac.
Link de videoperformance Taypi: https://vimeo.com/147382962