PARA MÍ EL CUERPO ES TODO, ¡TODO!
Alfonso Suárez es uno de los más destacados artistas del performance en Colombia y el más importante cultor de esta modalidad artística en el Caribe colombiano. En sus 33 años de labor artística ha desarrollado una veintena de trabajos que ha presentado en varios escenarios de Colombia y otros países del orbe. Suárez inició su carrera artística en la década de 1980, aunque ya realizaba performances de manera voluntaria y espontánea varios años atrás. Curiosamente nunca estudió en una escuela de arte y su formación como artista profesional se la debe a Álvaro Herazo, un artista amigo fallecido a temprana edad que supo ver su potencialidad en el desempeño del arte del cuerpo. Desde esa época y hasta el presente, Suárez ha desarrollado una sólida carrera que le ha llevado a obtener destacados premios, como el primer puesto del XXXV Salón Nacional de Artistas Colombianos, en 1994. Con él conversé largamente en su estudio ubicado en el barrio El Tabor de la ciudad de Barranquilla.
Néstor Martínez Celis De salida quiero indagar sobreun vínculo que en los artistas del cuerpo puede resultar obvio, pero que para el público sería la respuesta a un curioso interrogante: ¿qué tiene que ver el performance con Alfonso Suárez?
Alfonso Suárez El arte de la performancia me ha permitido ser más libre, puedo manifestar mis vivencias y comunicar mis experiencias de vida mediante el cuerpo como eje de una práctica artística. Estoy seguro de que cuando se menciona la palabra performance, por lo menos aquí en el Caribe, a mucha gente le llega mi imagen a su memoria y algunos dicen que el primer performance que vieron fue mío. Bueno, yo sí recuerdo que el primer performance que obtuvo mención honorífica en un Salón Nacional era mío, cuando los salones se hacían en el Museo Nacional… Creo que tú estuviste allí también, eso fue en 1986. Me acuerdo del maestro Grau. Yo presenté el performance Ensayo de una boda en privado, donde hacía de novio y denovia a la vez y proyectaba una serie de postales antiguas de parejas de novios. Para esa época el género era tan reciente en Colombia que aún en los periódicos se escribía mal la palabra «performance».
NMC ¿Y qué fue lo que te llevó a convertirteen un artista del performance?
AS Yo llegué a conocer el significado de la palabracuando Álvaro Herazo regresó de Londres, allá por 1979 o 1980. Y él llegó hablando mucho de Gilbert and George… de esculturas vivientes, esculturas cantantes, etc. Y después llegó también Víctor Sánchez. Yo no había visto nunca uno pero ya los estaba haciendo, y le pregunté a Álvaro Herazo qué era un performance, y él me dijo: «Tú eres un performance; el performance es vida». Yo hacía una especie de collage de acciones, danza, teatro, aunque estaba seguro de que eso no era teatro, y por lo general lo hacía en privado. Y retrocediendo, cuando yo tenía ocho o nueve años ya yo había hecho performances. De adulto recordaba las maravillas que hacía de niño, y quienes disfrutaban eran la muchacha del servicio y algunos familiares —por ejemplo, cuando niño yo vivía en Mompox y al mediodía me desnudaba totalmente y apuntaba una manguera de agua al cielo mucho tiempo como una fuente, como una escultura, y disfrutaba el sol, el agua y los arcoíris que se formaban; a veces lo hacía dos y tres veces al día por los fuertes calores—.
Por esa época descubrí unas fotografías que me impactaron mucho. Era mi mamá, antes de casarse, vestida de novio por los años treinta, con frac y cubilete, «casándose» con Josefina Fernández Trespalacios. Ellas hacían la representación de una boda y salían vestidas así a la calle en Mompox, hacían toques de música y se tomaban unos vinos; era como un juego de jovencitas y se estilaba mucho para esa época en Mompox. De esas fotografías antiguas yo parto para uno de mis performances.
NMC Pero ya siendo consciente de lo que es unperformance, ¿cuál fue la primera pieza que hiciste en el plano profesional?
AS Con la formación que me dio Barranquilla, al encontrarme con esta gente del Grupo 44, el primer performance que hice fue Autoterapia, y después Desconcierto. Me demoré casi un año preparando esaobra. En un momento Álvaro Herazo me comentó que se iba a realizar un Salón de Arte Joven en el Colombo Americano y me dijo: «pilas, que te voy a invitar».
Eso fue en 1982. Él era el curador junto con el maestro Eduardo Vides. Allí presenté ambas obras. Aún sigo presentando Desconcierto como denuncia de los espacios polucionados en Barranquilla que siguen existiendo, como el Caño de la Ahuyama. Ese año lo presenté con un saxo que pedí prestado en Cartagena y una máscara antipolución (que después descubrí que no era para ninguna polución, sino de buceo). También proyecté unas diapositivas de las zonas contaminadas; frente a ellas había un inmensa bolsa negra, y yo salía de ella en medio de toda esa basura, aves grises y gente que vive del basurero.
NMC ¿Cómo fue la creación deAutoterapia?
AS Este performance lo concebí partiendo de unossonidos a todo volumen, bien estresantes, que se disparan desde que inicio el performance. Luego aparezco como un militar y escribo sobre unos tableros negros la onomatopeya de esos ruidos estridentes como si fuera una terapia; pero no lo logro y continúo rayando sonidos con tizas de diferentes colores hasta convertir la superficie casi en un Pollock. En el fracaso y contraviniendo todas las normas del decoro, me desnudo completamente y empiezo a untarme yeso por todo el cuerpo hasta convertirme en una serie de varias réplicas de famosas esculturas de la historia del arte. En un momento del performance orino de manera provocadora; eso ocurre cuando llego al Hércules ebrio, una escultura romana de autor desconocido. Esa orinada fue una verdadera autoterapia, porque previamente yo me había tomado varias cervezas para que saliera un chorro poderoso. Y los sonidos eran cruciales en Autoterapia.
Alfonso Suárez, Visitas y apariciones, 1994. Performance en el barrio San Pachito, Barranquilla. Foto: Yidy Páez.
Yo había salido con mi grabadora a grabar todo lo que encontrara: pitos de buses, perros ladrando, vidrios que se quiebran, la bajada de un inodoro, llaveros, puertas chirriando, el tic tac de un reloj-bomba, máquinas de escribir, gritos. Otros ruidos los tomé de bancos de sonidos, como el de una moto que pasa a toda velocidad o una sirena llegando a un accidente. Eran sonidos fuertes y a veces ensordecedores, porque la idea era enloquecer también al espectador.
NMC ¿Cómo fue ese aprendizaje con Álvaro Herazoy los artistas del Grupo 44?
AS Álvaro Herazo fue pionero del performance enColombia y él fue como mi tutor. Aunque no me enseñaba como tal; más bien yo le preguntaba mucho y le llevaba muestras y él opinaba. Recuerdo que me decía: «Vaya a trabajar, vaya a trabajar». Yo escuchaba y leía mucho y a veces lo hacía a escondidas del grupo. Me familiaricé con nombres como Joseph Beuys, Marcel Duchamp, Christo Javacheff y otros.
Y a mí me gustaba mucho, sabía que esto era lo que quería y aprendía mucho. Llegué a compenetrarme tanto con algunos maestros que hasta hice un performance y fotografías en torno a Marcel Duchamp y su Rrose Sélavy. Con esa serie de trabajos gané en Medellín en 1991 mención honorífica en el X Salón de Arte Fotográfico Duchamp-Warhol de la Universidad Autónoma Latinoamericana.
NMC Pero por otro lado tú eras como un asistentepara Herazo, por ejemplo en esos famosos performances Reporter con interferencias e Información es poder…
AS Sí, yo le colaboraba en muchos de sus performances. Aunque él era muy organizado, y lo tenía todo muy planificado, yo le ayudaba en todo lo que necesitara; le cargaba los implementos y estaba ahí para asistirlo. También participé como uno de sus personajes. Me acuerdo que era como un militar, con botas y camuflado, pero con un casco de ingeniero… Muy urbano. Cuando Álvaro falleció tempranamente yo tomé la decisión de seguir su legado, se me creó como un compromiso; y todavía lo continúo, pero sin sentirme nunca prisionero de la desaparición de Herazo.
NMC Tratando de aproximarnos a una práctica artística consolidada, ¿cómo aparecen los temas o motivos que hacen surgir la esencia de tu acción plástica?
AS Son variados. Hay unos temas que son sociales,otros involucran una protesta ambiental. A mí me molesta mucho la contaminación de los gases de los buses. Una vez planteé que el performance era una especie de autoexorcismo mediante el cual uno se libera de tabúes e imposiciones… Mompox: sociedad pacata, católica-apostólica-romana, misas, etc. Y yo lo hago desnudándome completamente. Mis performances son de una gran diversidad, aunque debe haber una línea, no común, pero sí particular, que los identifique. Tiene algo que ver con la dinámica del cuerpo mismo. Algunas veces estoy prisionero y otras estoy en absoluta libertad, pero siento que es mi mismo cuerpo.
NMC Tus performances no provienen de una teoría ode prácticas de aprendizaje de la academia. Entonces, ¿cómo estructuras un performance, a qué responde?
AS En mis performances hay intuición, sensibilidad,disciplina, entrega y coherencia. También mucha responsabilidad y respeto con lo que hago. Pero, sobre todo, investigación, de una u otra forma. Por ejemplo, para Visitas y apariciones (1993) tuve que investigar ampliamente el personaje de José Gregorio Hernández, su vida, sus viajes y muchos datos más. Él llegó a Colombia por Sabanilla, en 1917, y estaba emparentado con familias colombianas. Todas las apariciones que yo proyectaba, en el mercado, en la clínica después de un parto, etc. respondían al estudio. En ese performance sobre el personaje venezolano hay algo de crítica cultural por lo que él logró despertar en grandes masas populares.
Por el contrario, en Pesadillas de un hombre rana (1992) la obra se fue dando poco a poco y cuando vine a darme cuenta ya me estaba flagelando. Después, me detuve en el trabajo con los acuarios y los buzos de cuerda para luego aterrizar en aquella historia de culpabilidad por haber abandonado una sirena. Y hay trabajos que son irrepetibles, que son efímeros, donde el cuerpo fluye.
NMC Debes tener un entrenamiento o régimen especialcon tu cuerpo. ¿Lo cultivas, lo disciplinas o lo preparas de manera distinta dependiendo de cada obra?
AS Sí, lo he cultivado, lo he ejercitado, y con muchadisciplina. Por ejemplo, para hacer 100% frágil (1996) tuve que adiestrarlo para pasar una hora y 45 minutos inmóvil, autotorturado y amarrado con 45 metros de cáñamo. Pero no solamente hago ejercicios físicos, también los he hecho espirituales. Hubo un tiempo en que hice mucho yoga y alguna meditación zen. Pero últimamente no hago muchos ejercicios, si te soy sincero, porque he padecido quebrantos de salud y ha sido muy doloroso.
NMC En el artista performer el cuerpo es lo predominante. ¿Qué significa el cuerpo para Alfonso Suárez?
Alfonso Suárez, 100% Frágil (detalle), 1995. Foto: María Elvira Dieppa.
AS ¡Caramba! Para mí el cuerpo es todo, ¡todo! Hacepoco partía de mi cuerpo y reflexionaba sobre todo lo que significa: cuerpo flagelado, cuerpo destrozado, cuerpo violado, cuerpo amoroso… ¡tanto qué decir! El maravilloso mundo de lo olfativo, lo visual, lo auditivo y lo táctil que siempre están presentes en mis obras, además de lo físico del cuerpo y todos sus componentes. En el performance 100% frágil hay un cuerpo dolido y doloroso, que aparece como autotorturado. En La boda (1986) aparece el cuerpo travestido. Existe el cuerpo parlante y también existe el espíritu del cuerpo como tal.
NMC ¿Cómo haces para ser en una obra un adustomilitar y después algo tan disímil como un hombre rana? ¿Cómo manejas esos campos tan heterogéneos?
AS Trabajo distintos personajes porque los temasson muy distintos. Pero que quede claro que no trabajo como un actor que interpreta o caracteriza papeles, no. Yo produzco unas acciones y en ellas afloran personajes. En Autoterapia hay una línea militar, de cuestionamiento y también de antimachismo, y el personaje va cambiando hasta que termina por quitarse el uniforme, y ya es otro. Pero soy yo mismo.
NMC Hay performances donde tú trabajas solocon el cuerpo y hay otros donde utilizas objetos. ¿Esto se puede ver como una ritualización?
AS EnPesadillas de un hombre ranayo utilizo variosobjetos y la acción sucede alrededor de ellos, casi como un ritual, como tú dices. En Hombre de dolores (2000) aparezco como una especie de penitente que camina muy lentamente, cargando un gran cantidad de marcos y bastidores, que son claves para la existencia del mismo performance. Además, están la corona de alambre de púas y las lágrimas de cristal que producen un sonido especial. Sin estos objetos no es posible la obra. Entonces por un lado hay un cuerpo autónomo, sin accesorios y, por otro, un cuerpo dialogante con unos objetos, hasta condicionado por ellos, pues encarnan una realidad concreta.
Alfonso Suárez, Pesadilla de un hombre rana, 1992. Performance en la Galería Arteria. Fotografía de Virgilio Sierra.
NMC Antes de presentar un performance por vez primera, ¿cómo lo preparas, cuántas veces lo ensayas o ejecutas?
AS No, para presentar un performance yo nunca lo ensayo y nunca lo he hecho. No quiero que me quede estereotipado. Me mentalizo, lo visualizo por mucho tiempo y eventualmente lo escribo. Últimamente han surgido dibujos. Por ahí tengo un cuaderno argollado que me regaló una psicóloga, el papel es de color naranja y me sirvió mucho y lo llené de dibujos sobre las farotas1 y, bueno, aprendí algunas cosas sobre psicología.
NMC En tus obras se percibe mucho el pasado y lainclinación hacia una nostalgia de tiempos idos, ¿por qué?
AS Porque yo quedé marcado por muchas cosas delpasado y trato de revivir y darle importancia a algunos hechos, haciéndolos sensibles a través del arte. Me encanta trabajar sobre esa atmósfera momposina del pasado. Y mucha gente se ha enterado o ha tenido conocimiento de ciertos pasajes y esas épocas ya idas porque han visto algunos de mis performances. Eso me gusta, porque el dar a conocer a Mompox es como retribuir lo que Mompox me ha brindado.
NMC ¿Te ha ocurrido que del público salgan algunosespontáneos que quieran participar en la acción que realizas?
AS Me ha sucedido, pero yo tengo unos asistentesque están pendientes para que eso no ocurra, y poder tener el control todo el tiempo. Yo trabajo muy cerca del público y me gusta, pero evito que las personas participen, porque pueden ocurrir accidentes u otras cosas no deseables, uno no sabe…
Una vez, presentando Hombre de dolores en plena calle, hubo un descuido y un perro se atravesó para hacer sus necesidades, y detrás venía la dueña a recoger los excrementos con una palita, y por otro lado alguien me puso un cuadro más pesado y grande, y yo pensando en medio de todo: ¡que esto no se vaya a convertir en un happening! ¡Esa no es la idea!Fue angustioso.
NMC En el performance siempre hay una línea de accióna seguir en términos de cuerpo, espacio y tiempo. ¿Qué tanto tienes el control de tus acciones? ¿Y alguna vez te has perdido o sumido en un trance que te haga perder la forma y estructura de la obra?
AS No, Dios mío, eso nunca me ha ocurrido. Para míeso sería sumamente desagradable. Yo siempre soy consciente de qué debo hacer en cada momento.
El performance es algo que tú sabes que va a pasar, que lleva un hilo y donde todo está preconcebido… Bueno, en unos más que en otros. En 100% frágil a mí no me puede dar claustrofobia, por ejemplo, y el conductor del montacargas sabe qué le toca hacer y en qué momento preciso él entra en acción. Y el tiempo es variable de acuerdo a las circunstancias. No es tan medido como lo trabajó Álvaro Herazo, así con relojes exactos, mediciones; como en su pieza Reporter con interferencias (1982), que duraba una hora exacta.Yo prefiero ser flexible.
NMC ¿Te ha ocurrido que te encuentres dramatizando un personaje queriendo llegar con más fuerza al público?
AS No, yo trato de ser lo menos dramático posible.Soy consciente que el performance está muy alejado del drama. Muchos buenos performistas son ellos mismos, no personajes representados.
NMC De todos tus performances, ¿cuál considerasel mejor logrado o por lo menos el que te produce una inmensa satisfacción haber realizado?
AS Si a un padre de varios hijos se le pregunta cuáles el preferido, él dirá que a todos los quiere por igual; a mí me sucede lo mismo. Yo me identifico con todos mis performances; cada uno es diferente y tiene su feeling, un sentimiento importante, y no siento una inclinación por alguno en especial. Pero, ahora que preguntas… definitivamente Visitas y apariciones y El Ribereño.
NMC ConVisitas y aparicionesconquistaste el primerpremio en el XXXV Salón Nacional de 1994. ¿Cómo nació esa obra y qué tanto de crítica o sátira le infundiste para que no resultara una apología a un ícono de la superstición de las gentes del Caribe?
AS La idea nació de unoscollagesque yo hacía conmi rostro y unos ángeles rodeándolo, una serie que yo llamaba Visiones (1982). Un día la vio el maestro Luis Ernesto Arocha y me preguntó si yo estaba haciendo un performance sobre José Gregorio Hernández.
Le dije que no y me insinuó que bien podría tratarse del ídolo popular venezolano. La idea quedó en incubación por unos cinco años, hasta que me invitaron al Festival de Música del Caribe, en Cartagena, que se realizaba en la plaza de toros. Cuando estaba pensando qué presentar, se me vino a la memoria la idea de José Gregorio y empecé a trabajar para conseguir el personaje. Bigotes, traje, sombrero, actitudes, lugares… todo empezó a articularse.
El día del evento, como a las dos de la madrugada se acercaba mi turno y se me ocurrió presentarme mientras un grupo cubano tocaba unos sones en la tarima. A pocos metros había dos palmeras iluminadas y algo de humo de ese que echan en los conciertos. Pues bien, cuando se disipó un poco ese humo apareció José Gregorio Hernández. Eso fue la locura… porque nadie lo esperaba y no se había anunciado previamente. Eso fue en 1993. Después, ya más trabajado, lo presenté en el Salón Regional y me dieron el premio, y al año siguiente obtuve el primer premio del XXXV Salón Nacional. En ese Salón en Corferias aparecí cuando abrían la puerta de un guacal, y también aparecía y desaparecía al lado de las obras de otros artistas y en distintos lugares del edificio. ¡Fue algo emocionante!
NMC EnEl ribereñoaparece Alfonso Suárez vestidode mujer y rodeado de una gran cantidad de objetos heteróclitos, con el atuendo de los bailarines de la danza de las farotas. ¿Por qué un performance sobre esta expresión cultural y cuál es la idea esencial allí?
Alfonso Suárez, El ribereño, 1998. Performance en el Museo de Arte Moderno de Cartagena. Foto: archivo del artista.
AS Yo soy de Mompox, que queda a orillas del ríoMagdalena, por eso yo soy ribereño. Mi infancia y juventud las pasé en un caserón de dos plantas, en la calle de San Juan, llena de gran cantidad de objetos. De todos ellos, yo conservo ocho baúles que en aquella época andaban abiertos por toda la casa, a expensas de manos y mentes curiosas, y en los cuales pude fisgonear y descubrir la historia de mis antepasados, los que llegaron de Europa y los que nacieron aquí. Ahí se encontraba de todo: tarjetas postales, fotografías, vestidos, cartas de amor y de las otras, libros, zapatillas déco, disfraces, sombreros y mil objetos más que olían a recuerdos y que se mezclaban sin orden de procedencia o fecha alguna. El ribereño comprende que esos baúles son su patrimonio y el legado de un ser que se formó en el mestizaje de pueblos, de sangre y cultura, y con ellos la costumbre de guardar objetos; no de coleccionar, sino de guardar para poder recordar.
NMC En una orilla performática diferente, en100%frágil estamos ante la presencia de un cuerpo inerme,amarrado con una larga cuerda. ¿Qué quieres comunicar al público en este caso?
AS 100% frágilera yo, soy yo, seguiré siendo yo.
Es sentirme muy vulnerable con tanta violencia alrededor mío y mostrar eso como una especie de crítica. Pero también la satisfacción de liberarme de las ataduras que yo mismo me impongo, y mostrarle al público —y que lo sientan en carne propia— la sensibilidad del cuerpo; es provocar y activar los conceptos de estar atrapado, estar secuestrado. Por eso aparece mi cuerpo envuelto en una malla traslúcida, de las que usan los frigoríficos para la carne de exportación, y atado totalmente con un cáñamo que aprisiona todo mi cuerpo. Así permanezco inmóvil durante una hora y 45 minutos. También hay unas etiquetas de
carga y viajes y banderas del mundo. Y un montacargas que entrega o deposita en el salón el cuerpo inmovilizado. Esta obra obtuvo el primer premio en el VII Salón Regional de Artistas del Caribe en 1995, y luego, en el Salón Nacional del año siguiente, el maestro Gustavo Zalamea, escribió:
Refleja, con una inmensa delicadeza, la noción de fragilidad del hombre, el envoltorio escogido hecho de una fina red recubierta por un grueso lazo y que a la vez recubre gran parte del cuerpo es de hermosura y economía extremas; mientras que la eficacia y la potencia de su presencia y energía se multiplican en el montacarga, soste-niendo en vilo la figura envuelta en la entrada de la sala. Una obra impresionante que sigue cre-ciendo en la imaginación (1996, xix).
Referencias
Iriarte, Patricia. 2015. «Alfonso Suárez: el cuerpo múltiple». Disponible en: http://cantaclaro.blogspot. com/2015/03/alfonso-suarez-el-cuerpo-multiple. html, consultado el 29 de julio del 2015.
Jones, Amelia y Tracey Warr (ed.). 2006. El cuerpo del artista. Franch Ribes, Carmen (trad.). Londres:Phaidon.
Martínez, Néstor. 2010. Revisión histórica y discurso estético en Bellas Artes. Disponible en: <arte-actual.blogspot.com/2010/12/revision-historica-y-discurso-estetico.html>, consultado el 29 de julio del 2015.
Rojas Sotelo, Miguel. 2000. Proyecto Pentágono:
investigaciones sobre arte contemporáneo en Colombia. Bogotá: Ministerio de Cultura.
Rubiano, Germán. 1988. «Álvaro Herazo», en: Arte en Colombia Internacional, n.°37, septiembre. Bogotá.
Zalamea Traba, Gustavo. 1996. «Piezas para ensamblar el 36°
Salón Nacional», en: 36° Salón Nacional de Artistas.
Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura.
* Néstor Martínez Celis es artista visual, curador y profesor investigador en el grupo Videns de la Universidad del Atlántico. Director de la galería de arte La Escuela de Barranquilla, con más de noventa exposiciones entre salones nacionales, museos, galerías y salas culturales de Colombia. Profesor en varias universidades de Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y Bogotá.
1. En la tradicional danza de las farotas en el Car-naval de Barranquilla, los hombres se visten de mujer para atraer al español enemigo y poder eliminarlo; es una danza que está muy arraigada en la cultura del río Magdalena y que hace parte todos los años en el carnaval. Suárez ha realizado dos obras a partir de ella: El ribereño (1997) y Farota de la Esmeralda (1999)