MEMORIA DE UNA LÍNEA. BITÁCORA DEL PROCESO DE UNA OBRA INACABADA
¿Está sucediendo? No, no está sucediendo.
Y sin embargo hay algo que está por venir.
En la espera de cualquier llegada
contiene y abandona.
Maurice Blanchot
El proyecto del que voy a hablar se ocupa de un proceso de creación que nace de la tensión entre una pulsión de vida y una pulsión de muerte. Dicho proyecto requiere del arte para acostumbrar la mirada a la oscuridad, para permitir ir descubriendo poco a poco nuevas realidades, para retrasar los intervalos entre acontecimientos.
Entre es una obra que inicié en el 2001 y que, en buena medida, nunca ha terminado. Emerge de una experiencia dolorosa cuyo duelo fue parcialmente elaborado por medio de la plástica. El proceso tuvo inicio con la pérdida de mi hijo y un encuentro con su armario, con el aroma del cuerpo que impregnó en algún momento la ropa. Entre está constituida por pequeñas acciones y transformaciones, entre otras cosas, de la materia-ropa.
Primera acción
La primera acción consistió en la elaboración de un reconocimiento dentro del armario, rodeada de su ropa. Su olor lo trajo al presente, junto con recuerdos, emociones y sentimientos indescifrables. Estar en ese espacio condujo de forma pulsional y casi natural al paso siguiente: tomé pantalones, camisas y camisetas y procedí a desgarrar y a cortar esa materia que, al ser desarmada, le dio paso a las estructuras de la ropa: las pretinas y los bolsillos de los pantalones, los puños y cuellos de las camisas, las cremalleras y los botones. Y sucedió que esos elementos estructurales configuraron líneas que dibujaban contornos.
Segunda acción
El siguiente gesto tuvo que ver con una reconstrucción. Sentada entre los girones de ropa, comencé a trenzarlos. Ahora pienso que allí se agolpaban el nacimiento, la vida y la muerte: todo eso se hacía presente en un cordón. Cada línea-tira, al ser trenzada, parecía la puesta en forma de la pregunta por la existencia: la suya y la mía.
En el encuentro con el hilo y con la forma de la ropa vaciada de cuerpo fue quedando el dibujo de la ropa misma constituida por una línea, un límite en el plano, una materia que acogía las variantes de la superficie.
Tercera acción
Al mirar esos hilos-ropa reconstruidos en trenza, sentí que ellos todavía tenían añoranza de cuerpo. Procedí a enrollarlos en un ovillo, como lo haría cualquier hilandera, intentando transformar esa línea quizás en un volumen, en un cuerpo comprimido y transportable.
Cuarta acción
Una vez hechos los ovillos, procedí a espacializarlos en mi casa quizás buscando el lugar que podrían ocupar dentro de ella. Coloqué uno en la biblioteca, otro en la mesa de centro, aquel en la mesita de noche. Luego los devolví a su forma-hilo y los extendí por el piso. Algunos los puse contra la pared, otros los suspendí del techo.
Quinta acción
Con parte de la materia-ropa fui tejiendo poco a poco una malla que tenía mi altura y que, en algún momento, me atrapó dentro de su estructura reticular incorporándome en su forma.
Sexta acción
En algún momento del proceso recordé que en el Valle de Tenza había aprendido técnicas de cestería. Fue así como la trama y la urdimbre se fueron apretando y distendiendo para dar paso a volúmenes. Bajo este nuevo accionar, con los hilos armé formas impensadas. Algunas de estas piezas se asemejaron a cuencos, a vasijas; otras parecían mochilas. Unas, simplemente, constituyeron formas sin forma.
A manera de cierre
Hoy creo que este proyecto no busca una estabilidad escultórica. Cada pieza tiene la posibilidad de seguirse transformando en medio de una elaboración afectiva asociada al duelo. Las piezas no son, ESTÁN. Creo que Entre tiene que ver profundamente con el tiempo. Se ocupa del ahora, estableciéndose entre el ayer y el mañana. Hace ver el intervalo entre una materialidad inestable y otra que adviene. Es un estado intermedio, un lugar de paso lleno de incertidumbre. Tiene que ver con estar ahí en equilibrio como en una práctica de funámbulo: ya caminando por un hilo que une y separa dos bordes, ya como un cuerpo que atraviesa de una orilla a la otra.
Entre es prefijo, es invitación, espacio y lugar, es animismo dado que se sitúa entre la vida y la muerte. Resulta puente entre lo dormido y lo despierto, lugar de la dualidad y de la transformación. Es un límite, límite móvil; un borde entre dibujo, escultura, instalación y cuerpo.
Es una orilla de posibles respuestas y diversas acciones.
El límite es el espesor de Entre…