I BIENAL DE PERFORMANCE DE BUENOS AIRES - BP15
En abril del 2015, Buenos Aires, ciudad ampliamente reconocida por su herencia y versatilidad en la dramaturgia contemporánea, se convirtió durante 42 días en el escenario privilegiado de un conjunto de artistas y propuestas nacionales e internacionales ligadas a la performance y a las acciones implicadas en diversas disciplinas mediales y corporales de las artes visuales.
El evento involucró a artistas de diversas generaciones, desde Marina Abramovic,´ Sophie Calle, Marta Minujín y Laurie Anderson, hasta Liu Bolin, Jorge Macchi, Tania Bruguera y Amalia Pica, entre otros tantos, y presentó más de veinte proyectos inéditos creados especialmente para el evento, con un esquema descentralizado en el que colaboraron diversas instituciones, la mayoría nucleadas en la ciudad de Buenos Aires. En tanto que iniciativa privada independiente, la BP15 mostró en esta primera edición una importante adhesión de referentes culturales tanto públicos como privados de la escena local, y se insertó en el campo como una propuesta orientada a difundir la variedad de posibilidades expresivas de un lenguaje artístico centrado en el uso del cuerpo.
La estrategia curatorial llevada adelante por su directora, Graciela Casabé, fue amplia, al delegar la tarea a las instituciones, perfilando la Bienal como una gran productora capaz de sumar socios diversificados y plurales para coproducir el ambicioso proyecto. Sin duda, la Bienal obtuvo un importante apoyo en este sentido, sacrificando quizás la apuesta por una única idea reguladora o eje temático; una apuesta que ha articulado otros eventos de performance en el pasado. Me refiero con esto a proyectos como el Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política; o, inclusive, al ya legendario Festival de Performace de Cali, organizado por Helena Producciones en Colombia; lo mismo que a las nuevas performances duracionales que muestran claros lineamientos y modos de presentar o contextualizar las producciones de los artistas.
Los resultados de la BP15, y en particular el éxito que tuvo con el público, deben leerse en un marco dialéctico local, pensando las prácticas performáticas en un contexto de institucionalización cultural, política y estratégica en la Argentina. Un acierto enorme de la Bienal fue haber presentado de forma gratuita producciones y artistas provenientes de esta práctica a espectadores no precisamente especializados, a la par que estableció una plataforma educativa, académica y de conocimiento con la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, a cargo de la profesora Susana Tambutti, con el fin de difundir los debates que se articulan al interior de estas prácticas.
Otro punto a favor de la primera edición de la Bienal es que organizó y activó nuevos espacios culturales, públicos1 y privados, en la escena porteña. Fue así como Marina Abramovic´ inauguró su Método con producciones y artistas provenientes de esta práctica a espectadores no precisamente especializados, a la par que estableció una plataforma educativa, académica y de conocimiento con la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, a cargo de la profesora Susana Tambutti, con el fin de difundir los debates que se articulan al interior de estas prácticas.
Otro punto a favor de la primera edición de la Bienal es que organizó y activó nuevos espacios culturales, públicos1 y privados, en la escena porteña. Fue así como Marina Abramovic´ inauguró su Método con un workshop de dos días en el Centro de Arte Experimental de la Universidad Nacional de San Martin (Unsam), este último dirigido por la doctora Andrea Giunta.2 La artista francesa Sophie Calle volvió a presentarse en la ciudad, esta vez con la pieza Cuídese mucho, en la cual, junto a la actriz y realizadora artística Maricel Álvarez, se dio vida a una serie de piezas breves de lectura y de teatro-performance que se exhibieron para la inauguración del flamante Centro Cultural Néstor Kirchner. E igualmente sucedió con espacios de galerías como Prisma o el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (Macba, inaugurado en el 2012 por Aldo Rubino), el cual presentó una exhibición de fotografías y una fotoperformance en vivo del artista chino, Liu Bolin.
Marina Abramovi´c , Método Abramovi´c , 2015. Workshop en el Centro de Arte Experimental de la Unsam. Foto: Marino Balbuena, cortesía del BP15.
Si bien la Bienal obtuvo muy buena respuesta de audiencia en Buenos Aires, se puede argumentar que la intención de descentralizar el proyecto en un programa más federal, con propuestas que se llevaron a cabo fuera de la capital, no fue igual de exitosa. Por ejemplo, la actividad sonora Patrón de convi-vencia (Nicolás Varchausky, Juan Onofre Barbatos y Matías Sendón) que se realizó en el Museo de Arte Contemporáneo en Mar del Plata, fue un trabajo sutil que combinaba el performance y el sitio específico y que, al no obtener mayor apoyo de prensa del museo (lo que le hubiera permitido entenderse en un con-texto más amplio) se visualizó como una investigación prácticamente aislada. Algo parecido ocurrió con el trabajo de Emilio García Whebi y Gabo Ferro, originalmente proyectado para el Teatro Argentino de
La Plata pero que acabó trasladándose al Centro de Arte Experimental de la Unsam. Diferente fue la participación de Ana Gallardo en el Museo Provincial de Bellas Artes de San Juan, donde el tono íntimo y reservado fue ideal en el contexto cuyano.
Amalia Pica, Asamble, 2015. Performance en Plaza Dos Congresos. Foto: Marino Balbuena, cortesía del BP15.
Otro tema recientemente evaluado por la directora de la Bienal fue su duración: se advirtió que haber extendido la programación a lo largo de varios meses, algo que en su momento se pensó para evitar la concentración y cruce de actividades, llevó a dilatarlo en el tiempo provocando una merma del interés público en la última etapa. En definitiva, se estima que una próxima edición dure como máximo dos a tres semanas para llevar adelante todas las actividades. El sistema de inscripción a través de Internet para asistir y participar de las performances se vio superado en muchos casos por la enorme demanda de espectadores. No obstante, la web funcionó no solo como el principal soporte comunicacional del proyecto sino también como un archivo, en constante actualización, del registro fotográfico y de video de gran parte de los trabajos. Actualmente el equipo trabaja en un catálogo que será presentado en la próxima edición (la BP17).
En el abanico de propuestas, las performances y las acciones corporales se enmarcaron en diversas genealogías, algunas de ellas más del tipo teatro-performance; es el caso de Una mirada masculina, de la curadora Maricel Álvarez, en la que siete hombres interpretaron en vivo siete versiones de la carta de despedida que originó la obra de Sophie Calle Cuídese mucho (2007). Otra propuesta que atrajo al públicoporteño fue el trabajo de Diego Bianchi y Luis Garay, quienes a partir de una coproducción con el Centro de Experimentación del Teatro Argentino (Tacec) de La Plata, el Malta Festival Poznan (Polonia) y el Wienner Festwochen 2015 (Austria), produjeron durante los días 6 y 7 de mayo la pieza Under de sí en el Centro de Arte Experimental de la Unsam. Partiendo de la pregunta «¿Cuánta realidad soporta la ficción?» los artistas crearon una instalación performática y objetual que mediaba entre la imagen y la acción
que escapa a toda categorización artística y cuestiona los límites de la performance la escultura, el teatro y el happening. Una puesta donde se naturaliza lo calibrado: el desastre alcanza un nivel tan alto de protagonismo que se convierte en la única verdad posible. (bp15.org)
Jorge Macchi y Edgardo Rudnizky, Twilight, 2006. Instalación. Intérprete: Miguel Raush. Centro Cultural Kirchner. Foto: Marino Balbuena, cortesía del BP15.
Las propuestas Murmullo, de Zago (Leonello Zambon y Eugenia González), y la del trío que dio origen a Patrón de convivencia (Nicolás Varchausky, Matías Sendón y el coreógrafo Juan Onofri Barbato), revelaron a las intervenciones sonoras como otra de las vertientes exploradas por la BP15. Otras más íntimas, como Flor tallada en madera de Gabriel Baggio o Twilight de Jorge Macchi y Edgardo Rudnitzky, mostraron un tipo de performance signado por el empleo del objeto y lo artesanal, que los artistas proveen al espectador en operaciones que median entre en el aprendizaje del oficio, en un caso, y la ficción, en el otro.
En el marco de la fotoperformance, el proyecto del artista chino Liu Bolin produjo una convocatoria significativa en las salas del Macba. Un equipo de más de treinta personas estuvo pintando de 8 a.m. a 8 p.m. a veinte personas, camufladas sobre un fondo de soja transgénica, que luego fueron inmortalizadas en la toma fotográfica por Lui Bolin con asistencia del fotógrafo y artista argentino Nicolás Levin. También aquí se inscribió en cierta forma el trabajo de Martín Sastre, Volveré y seré performer, donde el artista se apropia de la leyenda de Eva Perón en el balcón de la Casa Rosada, fotografiándose con el público y trabajando las formas de identidad nacional iconizadas a través de su figura.
Diego Bianchi y Luis Garay, Under de sí, 2014. Performance. Instalación. Centro de Arte Experimental de la Unsam. Foto: Marino Balbuena, cortesía del BP15.
En esta primera edición de la Bienal la presencia de artistas latinoamericanos y de la región fue escasa. Inclusive la llegada a Buenos Aires de la performer y activista Tania Bruguera se vio frustrada por su detención en Cuba. En diciembre del 2014, Bruguera había sufrido ya una serie de detenciones cuando se propuso realizar en la plaza pública El susurro de Tatlin #6; una performance que consistía en presentar a los transeúntes un micrófono abierto que los invitaba a disfrutar de «un minuto de discurso libre de censura», en el marco de las negociaciones y restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Al respecto de la presentación que debió ocurrir en Buenos Aires escribe María Paula Zacharías (2015b):
La idea que [Bruguera] había pensado junto con la curadora Andrea Giunta para Buenos Aires era trabajar sobre acciones artísticas durante el proceso. Pero, ante la imposibilidad de viajar, se propuso leer y discutir el libro de Hannah Arendt Los orígenes del totalitarismo. El 20 de mayo pasado, a las diez de la mañana, la artista se sentó en una vieja mecedora y micrófono en mano empezó una lectura ininterrumpida, durante cien horas. La performance ocurrió en su casa de La Habana Vieja y sumó a los participantes, que se turnaron para leer, y a los inverosímiles embates oficiales, como una cuadrilla que se puso a taladrar el piso en la puerta de su casa durante la lectura y silenció su voz, que salía a la calle mediante parlantes. Al final del cuarto día, otra vez fue temporalmente detenida. Todo lo que ha vivido en estos cinco meses integra un work in progress, titulado Yo también exijo, con fuerte apoyo en las redessociales. «El gobierno cubano es autor de esta obra. El arte es un instrumento para cambiar la realidad y tiene que ser parte de estos momentos de transición simbólica y reconfiguración social», explicó Bruguera.
Más allá de las presentaciones puntuales de cada una de las piezas y acciones de los artistas y los disertantes académicos (que también lograron historiar sus investigaciones de performance en los debates), se puede decir, a modo de resumen, que la BP15, por su inscripción y apuesta como primera edición, planteó un desencaje del constructo performance, un desvío en el cual abre su relación a algo más amplio que su clásica asociación al arte de acción, para transformarse en un médium que acepta pliegues y mediaciones del cuerpo complejas y sensoriales, que nos permiten repensar identidades, mapas y constelaciones más allá del propio límite biológico que nos da vida.
Una mirada masculina, 2015. Curaduría de Maricel Álvarez en el marco de la instalación Cuídese Mucho de Sophie Calle. Intérprete: Diego Velázquez. Centro CCultural Kirchner. Foto: Marino Balbuena, cortesía del BP15.
Referencias
Rey, Malena. 2015. «Marina Abramovi´c en la Bienal de Performance», en: Losinrocks.com, 27 de abril. Buenos Aires. Disponible en: <http://www.losinrocks. com/artes/marina-abramovic-en-la-bienal-de-performance#.VkC5n7cvdD8>, consultado el 10 de noviembre del 2015.
Varas, Victoria. 2015. «Marina Abramovi´c en la Bienal de
Performance: una forma de parar el mundo», en: La Vos.com, 30 de abril. Buenos Aires. Disponible en:<http://vos.lavoz.com.ar/artes/marina-abramovic-en-la-bienal-de-performan..., consultado el 10 de noviembre del 2015.
Zacharías, Maria Paula. 2015a. «La maestra de la performance da clase en Buenos Aires», en: La Nación, Sección Cultura, 27 de abril. Buenos Aires. Disponible en: <http://www.lanacion.com.ar/1787925-la-maestra-de-la-performance-da-clase..., consultado el 10 de noviembre del 2015.
Zacharías, Maria Paula. 2015b. «Tania Bruguera, la performer que no pudo venir», en: La Nación, 7 de junio. Buenos Aires. Disponible en: < http:// www.lanacion.com.ar/1799603-tania-bruguera-la-performer-que-no-pudo-venir>, consultado el 10 de noviembre del 2015.
1.Sobre este último punto vale la pena detenerse, especialmente si consideramos la gestión de los nuevos escenarios político culturales que se va a dirimir en las urnas el próximo 22 de noviembre en la Argentina. A saber, si bien se trató de una producción independiente, los espacios públicos que fueron convocados a sumarse a la propuesta son espacios, museos y centros culturales creados en los últimos diez años por el gobierno Kirchner. Entre ellos: Centro Cultural Néstor Kirchner (2015), Museo de Arte Contemporáneo de Mar del Plata (2013), Museo del Bicentenario (2011), Casa Nacional del Bicentenario (2010), Museo Nacional de Bellas Artes (2015), Centro de Arte Experimental de la Universidad Nacional de San Martin (2014) y la remodelación y ampliación del Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson de San Juan (2011).
2. Al respecto de esta actividad una gran cobertura mediática capturó las diversas impresiones del público durante su presentación en Buenos Aires. Véase Zacarías 2015a, Varas 2015, y Rey 2015.